Maestra
Torpes, los dedos de su mano derecha, llevan el alimento a su boca.
Mastica tres, cuatro veces y traga con tal dificultad, que parece comer piedras.
Trata de no verme y con desagrado observa a los demás pacientes.
No se ha bañado en dos días. Se lo he pedido, pero se niega a hacerlo.
Su cuerpo despide un olor rancio, ése de los ancianos,que lo siento tan presente estos días, como si de pronto se le hubiera desprendido.
Su cabello revuelto es negro por orgullo.
Odia las canas y desde hace años se lo pinta a escondidas, creyendo que nadie se da cuenta, pero es evidente. Sé que sufre al ponerse cada tres meses esas plastas en el cabello para devolver el color y la apariencia que desea mantener.
Es mi padre.
2 - Desde la primeranoche he pasado en vela. En las madrugadas te despertás y querés levantarte o, ansioso, te da sed, bebés con desesperación y preguntás al vacío cuándo es que te van a atender.
Te he dicho que tengás calma, pero entiendo tu apuro.
Tu pie izquierdo está muy inflamado.
También el tobillo.
Puede ser que toda la pierna.
A estas alturas es difícil saber.
Hace una semana descubriste en la planta detu pie, una herida del tamaño de una moneda de cinco centavos.
Te asustaste, pero no hablaste por temor a que fuera peor de lo que se veía. Te lavaste varios días con agua y jabón, sin embargo la hinchazón no desapareció. Me avisaste hace tres días y fui a verte a tu nueva dirección.
Te encontré solo, asustado y te aconsejé ir a un médico estatal.
No quisiste, pues te dan horror los hospitalespúblicos, pero qué se puede hacer.
Dos días después, contra tu voluntad te saqué de la casa, te internaron y aquí estamos esperando a que venga el doctor
3 - En la cama de al lado está Don Baldino.
Tiene cincuenta y seis años.
Hoy por la tarde vino a cuidarlo su hija, una muchacha joven. Es morena, tiene el cabello largo, es bajita, pero robusta. Sus cejas son tupidas y sus ojos muy negros.Viste pantalón y una blusa con escote en la espalda y cordones entrelazados a manera de agujetas, que dejan ver al final de su columna, sus vellos cafés.
No sé cuánto me detuve observándola.
Abriga a su papá y yo quisiera que se quedara de espalda un rato más.
4 - El médico se presentó hoy por la mañana.
Anduvo por las otras cuatro salas cercanas y te atendió. Te palpó la pierna, observó eldesproporcionado crecimiento del pie, vio la pequeña abertura supurando y de inmediato convocó a una junta de médicos.
Vos, recostado, cruzaste los brazos doblados tras tu cabeza, atento al resultado de las evaluaciones.
El grupo te rodeó y uno por uno se acercó a tu pie.
Asentían, evitaban los gestos, al volver intercambiaban miradas y se iban. El que estaba a cargo te pidió esperar y ordenó a laenfermera asistente hacerte unos exámenes.
No quería adelantarse.
Consideró que la herida se miraba mal, pero había ocasiones en que no era motivo de alarma y con regulares medidas de higiene y curación diaria, se sanaba.
Te extrajeron sangre para medir tu nivel de azúcar, te hicieron un electrocardiograma y te metieron al cuarto de radiografía para unas placas de la pierna y los pulmones.
Porúltimo, de la zona afectada hicieron un cultivo para identificar la bacteria causante de la infección que padecés.
Anduvimos de un lado a otro completando los chequeos y por la tarde, al finalizar el ajetreo, te dormiste.
Yo cubrí tu pie.
Aun con la sábana, se veía preocupante. No imaginaba qué harían quienes te atendían, pero confiaba en que te aliviarían.
El especialista se apareció a lassiete de la noche y te explicó que la inflamación era debida a una avanzada gangrena gaseosa que comenzaba a despedir mal olor por el rápido avance de la pudrición de la planta baja del pie y una osteomielitis, una infección extendida al hueso, por lo que en resumen, era urgente amputar, te avisó, como si se tratara de cortar la rama de un árbol atacada por termitas.
—No tiene opción. Lo operamos...
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