Maestra
En un reino muy lejano, llamado el País de la Alegría, vivía un hombre muy rico y muy avaro llamado Jeremías, quién desde hacía un tiempo buscaba un empleado para que le ayudara en su granja.
El rumor se había difundido y pronto la fila de hombres en espera de una oportunidad laboral era interminable, pero como lo último que se pierde es la esperanza, nuestro amigoJosé Antonio se dispuso aser parte de ella. La fama del dueño de esta granja era muy nombrada; por lo que muchos temían trabajar para él, aun así se encontraban allí, porque la pobreza azotaba este reino y las oportunidades escaseaban.
Muchos jóvenes entraron y se entrevistaron con Don Jeremías, solo uno, tuvo la paciencia y el buen humor de soportarlo todo. Al siguiente día empezó a trabajar en lagranja, a pesar de no tener el mejor sueldo, ni el mejor trato, José Antonio, era un hombre muy ahorrativo y visionario, que no se dejaba vencer por cualquier obstáculo. Todo esto ayudó para que su patrón le confiara muchos secretos, que le proporcionarían muchos beneficios más adelante.
El joven supo emplear muy bien los conocimientos adquiridos y contaba con el aprecio de todos los clientes delas verdulerías, que sabían lo buen empleado, lo honesto, amable y generoso que era, todos querían comprarle las frutas y verduras que él vendía. Lo mismo no opinaban de nuestro granjero y Dueño, quien tenía un genio terrible y quien además era muy tacaño y mala persona, pues él no les permitía llevar ni un tomate a casa, ni siquiera porque ellos le ayudaban a sembrarlos.
Esta tierra era muyprospera, pero a don Jeremías no le importaban los demás, solo pensaba en su propio bienestar, si las personas a su alrededor no tenían buena comida o buen vestido a él no le preocupaba, nunca valoraba a sus empleados, ni valoraba su trabajo.
Pasado algún tiempo, debido a algunos malos negocios y a su necedad, el Granjero millonario se quedó en la ruina. Ya no podría presumir de sus riquezas, ni serel hombre prepotente que daba órdenes, ahora tendría que hacer lo que nunca se imaginó, que tendría que hacer…Pedir trabajo.
Después de ser el amo y señor, tendría que hacer la fila como cualquier persona, las burlas y las miradas con desprecio no se hicieron esperar, él se sintió humillado y despreciado y recordó cuanto mal había hecho, por lo que elevó su mirada al cielo y le pidió perdón aDios, por lo mal patrón y mala persona que había sido.
A pesar de todo el nuevo dueño de esta Granja le dio la oportunidad de trabajar y generosamente le brindo comida y techo, para que pasase la noche en este lugar. El asombro de Don Jeremías fue grande, cuando descubrió que su antiguo empleado José Antonio ahora tenía muchas tierras, incluyendo la granja que un día había sido de él.
Y como lanaturaleza es sabia no olvidemos que: -“Cuando un oso hormiguero está vivo se come a las hormigas, pero cuando este muere, son las hormigas las que se lo comen a él”.
El mundo da muchas vueltas, por eso no tenemos que menospreciar a nadie, ni subestimar a los demás, pues nunca sabremos cuando necesitaremos de ellos.
COMPARTIR CORAZÓN
La señorita Adriana era maestra jardinera en una escuelaubicada en un barrio humilde. Le apasionaba su trabajo y lo realizaba con entusiasmo. Se preocupaba por cada niño en particular y conocía a sus familias. Adriana los esperaba cada mañana con una sorpresa: un títere, un muñeco nuevo para la sala, un cuento, una canción… Cada día era algo diferente.
Los niños entraban felices al salón. A media mañana, la cocinera de la escuela llegaba con el carrito.Los chicos escuchaban el ruido de las rueditas y corrían a colocar sobre las mesas el plato y el vaso. Cuando la cocinera abría la puerta, ya estaban sentados y la recibían con un gran aplauso. Ella les dejaba una jarra con mate cocido, leche calentita y algo para comer. También en ese aspecto, cada día había algo distinto: alfajores, galletitas, pan recién salido del horno, facturas… Chicas y...
Regístrate para leer el documento completo.