Maestria

EDUCAR A LA LIBERTAD HOY

Víctor Manuel Chávez Huitrón



“La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos: con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mar cubre” (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, II, Cap. 58).


INTRODUCCIÓN

¿Educar?, ¿educar a quién?, ¿educar para qué?, ¿quién educa?, ¿cómo?,¿con qué medios?, ¿cómo se logra la eficacia educativa? Todas estas preguntas son complejas de responder. No en vano estos y otros foros de discusión interdisciplinar. Pero si añadimos a las preguntas iniciales sobre educación el adjetivo “libertad”, entonces nos preguntamos: ¿educar a la libertad a quién?, ¿educar a la libertad para qué?, ¿quién educa en o para la libertad?, ¿cómo hacerlo y con quémedios educar a la libertad? Ahora los problemas son todavía mayores. Para responder medianamente tendríamos que ir más atrás y contestar dos preguntas básicas: qué es educar y qué entendemos por libertad. Sobre lo primero no intentaré “enseñar al padre nuestro al señor cura” como se dice en el argot popular. Hablaré sobre lo segundo.

La complejidad del tema es suma, pero la necesidadsentida —en las aulas, fuera de las escuelas, en el núcleo de las familias y los espacios de convivencia social en que los niños y niñas, los adolescentes y jóvenes se desenvuelven—, va en aumento si constatamos que no se sabe ser libre, que no se sabe qué es la libertad, que los chicos equivocan dramáticamente el rumbo de su vida en decisiones que no les lleva más de dos segundos, que muchas vecesesa libertad la experimentan con dificultad, incluso paradójicamente los esclaviza provocándoles frustración, dolor y sufrimiento.

No son pocos los chicos y chicas que se ven envueltos en situaciones de embarazos no deseados, ni menos los casos de iniciación al consumo de drogas sin darse apenas cuenta, ni pocos los casos de situaciones límite en que los chicos son portados a una espiralde violencia que asumen como fatalidad, ni pocos los casos de intento de suicidio, ni los que han perdido el interés por el estudio, el trabajo y algunos hasta por la vida, todo en una especie de apatía crónica. Todo esto lo se viven desde el ejercicio de la libertad. Por tanto, siendo así de vital importancia el tema de la libertad y la educación a la libertad, me propongo ofrecer una reflexión—en voz alta— que estimule el debate y la búsqueda conjunta de mejores respuestas.


1. LA LIBERTAD: UNA REGALO QUE PUDE CAUSAR PROBLEMAS


Comparto el juicio de Dr. Domingo Blanco, filósofo de la Universidad de Granada, cuando afirma: “Es desolador que tras dos milenios y medio de filosofía pueda estar generalizada la idea de que ser libre es hacer lo que a uno le apetece sin más límiteque el respeto a la libertad de los demás”.[1] Este panorama desolador toca directa y particularmente a los adolescentes y jóvenes hoy. La condición juvenil hoy, en sus aspectos negativos y dramáticos, nos ofrece a los educadores muchos focos rojos en el sentido de que el ejercicio de su libertad les provoca menos satisfacción y felicidad que la prometida, y la ejercen como desprovistos deelementos que garanticen un final feliz. Muchas veces los chicos no parecen libres, sino autistas.


No es para menos si consideramos que nuestro sistema y práctica educativa, con sus planes, diseños curriculares y actividades, muchas veces adolece, todavía hoy, de una gran estrategia de formación “en” y “para” la libertad. Los chicos aprenden hábitos higiénicos, habilidades cognitivas,operaciones mentales y destrezas motrices, procesos técnicos, el uso de la tecnología, también conceptos, algunos de ellos cívicos y morales, aprenden incluso a competir, pero no tienen un desarrollo satisfactorio en cuanto a descubrir la grandeza y el poder de su libertad, saber qué es, para qué son libres y los procesos que les permitan aprender a ejercer su libertad de manera positiva y...