Maestro ignaciano
(notas de la charla del P. Adolfo Nicolás)
Gijón, 8 de mayo de 2013
En muchas partes del mundo me reúno con grupos como éste, relacionados con
la educación, y la primera pregunta es siempre: ¿por qué los jesuitas se han metido en
educación? Y me da mucha satisfacción haber oído la respuesta, ayer y hoy de todos ustedes. Por lo tanto voy a empezar mencionando algo que es tan ignaciano como la
educación. Los jesuitas estamos en educación porque desde el principio la gran
preocupación de San Ignacio y sus compañeros y sus seguidores es el crecimiento de la
persona y la transformación de la persona. Y esto ayer y hoy lo he oído de todos
ustedes como el abc de la educación. No estamos aquí solamente para enseñar o
comunicar algunas técnicas de éxito, sino para acompañar a personas, desde muy
temprana edad –esta mañana hemos visto a los pequeños, los que empiezan en el
colegio− y acompañarles en su crecimiento, que es lo más importante que podemos
hacer, creo, en nuestra vida. La educación sigue siendo prioridad en la Compañía, prioridad de hecho. Cuando se habla de prioridades tenemos una lista de cinco temas,
modernos, que están en el tapete, entre ellos dos regiones muy importantes como son
África y China, pero luego otros temas como la migración, los refugiados, las casas
romanas, que el Santo Padre ha confiado a la Compañía y el trabajo intelectual. Yo creo que además de eso hay prioridades de hecho, y la educación es una prioridad de
hecho: nadie la contesta, nadie se pregunta por qué seguimos en educación, porque es
tan evidente el hecho y tan importante la educación, que en todos nuestros
apostolados siempre hay un factor educativo. En las parroquias, por supuesto, educación en la fe; crecimiento en los colegios, que es la esencia del colegio, e incluso
en la atención a inmigrantes, a refugiados, vemos que gran parte del esfuerzo que se
hace con refugiados es ofrecerles posibilidades de educación. En mis viajes por el
mundo, sobre todo en África o en países que han sufrido cierto retraso en su desarrollo
es evidente que todos piensan que la educación es la clave del futuro. Donde hay educación hay posibilidades, y donde no hay educación queda el pueblo a merced de la
manipulación política o ideológica, de quien sea.
El hecho es que en colegios jesuitas se llega prácticamente a casi dos millones
de estudiantes y si añadimos las redes en las cuales colaboramos con otros muchos
grupos –Fe y Alegría, Cristo Rey, Nativity schools, Community colleges en la India− pasa de 3 millones el número de personas que se benefician de alguna manera en contacto
con nuestros colegios o relacionados con la Compañía.
Esto es ya un indicador de que hay una prioridad de hecho. Y esto no cambia
con decisiones de tipo estratégico en una u otra Provincia. Es masivo y es donde la
mayor parte de los jesuitas también están contribuyendo. El que haya menos jesuitas
en instituciones es porque hay menos jesuitas en todas partes, o sea que no es una
decisión política sino una consecuencia de un momento en la iglesia en que el número
de vocaciones ha disminuido y parece ser que esa disminución corresponde a un
cambio cultural, social, de civilización o lo que sea.
Mencionaré algunos puntos clave que considero centrales en la educación. He
recibido una serie de preguntas y en la primera sección que es sobre el futuro de
nuestros colegios la primera pregunta dice: nos gustaría tener una idea de cómo ve
usted y la Compañía el futuro de la educación y qué cambios le parecen necesarios. De
manera que en atención a esta pregunta voy a simplemente reafirmar lo que se ...
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