maestro rural
Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), vol. XXXIII, núm. 4, pp. 165-168
LESVIA ROSAS CARRASCO. Aprender a ser maestro rural. Un análisis de
su formación y concepción pedagógica, México, CEE, Fundación para la
Cultura de Maestros/SNTE, 2003, pp. 379.
El libro de Lesvia Rosas, Aprender a ser maestro rural. Un análisis de su
formación y concepción pedagógica,publicado por la Fundación para la
Cultura del Maestro y el CEE, sugiere un retorno a las preocupaciones del
México de los años veinte y treinta, cuando el desarrollo del país se concebía desde una veta agrarista. La consolidación del espíritu rural, sobre
todo con Moisés Sáenz, se sustentaba en un contexto muy distinto del
actual: el reparto agrario y la promoción de nuevas formas de organizaciónen las áreas rurales y campesinas. Se pensaba entonces que el campesinado, como clase social, habría de garantizar el progreso y la construcción
de una nación común, construida a partir del gran potencial que representaba, a principios del siglo XX, en una época de “gran optimismo” como la
definiría Erick Hobsbawm, el control infinito sobre los recursos naturales,
incluidos el agua y latierra. No en vano, como se muestra en un libro coordinado por Brígida Von Mentz y publicado en el optimismo en México se
expresó en las figuras del agrónomo y el maestro rural.
Poco a poco, sin embargo, el desarrollo campesinista cedió a la proletarización del campo, provocada por una industria creciente que iba desmantelando las pequeñas unidades campesinas y ejidos. El espíritu rural,
comoconcepto, perdía paulatinamente su vigencia política e histórica y,
con esta pérdida, se desmantelaba la filosofía agrarista y las preocupaciones en torno a cómo y desde dónde definir la educación rural. Baste decir
que la mayoría de las investigaciones acerca de la Escuela Rural Mexicana son realizadas por historiadores interesados en documentar la historia
educativa de nuestro país, como lasdesarrolladas por Juan Alfonseca
Giner de los Ríos, y un gran número de estudios acerca del presente se
dirige a diagnosticar sus condiciones en el marco del rezago educativo y la
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educación compensatoria, como el que realizan Justa Ezpeleta y Eduardo
Weiss, y la educación indígena, como lo reporta el estado del conocimiento quecoordiné, a instancias del COMIE, en torno al campo Educación y
Diversidad Sociocultural.
Aun en plena era global, cuando las actividades relacionadas con el
campo y la agricultura tradicional parecen desmanteladas, los globalifóbicos
luchan por reintegrar su devastada economía y los pobladores rurales siguen
aferrados a sus territorios ancestrales. Sea porque no les queda otra opción,
porquedesean ser dueños de sus propios destinos, o porque les representa
la única estrategia para sobrevivir a la instabilidad del mercado de trabajo
industrial, el campesinado y la escuela rural siguen vivos.
El libro de Lesvia Rosas vuelve a preocupaciones originales en un país
distinto del que era a principios del siglo XX y, en ese sentido, irrumpe con
la valentía de quien decide comprometerse ydialogar con actores que, en
un agro acaparado por los monopolios y las agroindustrias exportadoras,
desnudan sus vidas y cuerpos forjados al sol, como lo hacen quienes los
muestran a plena luz del día en las avenidas de la gran ciudad, con el
único fin de ser escuchados y observados.
¿Quiénes son los maestros rurales de nuestros días? Con una vocación genuina por la escuela rural mexicana,que fragua en un vínculo permanente con los maestros, Rosas nos ofrece una de sus contribuciones
más sólidas y relevantes en el campo. En su encuentro con la autora, los
solitarios maestros rurales del presente, sin contar con un perfil oficial propio, más allá del que se les atribuye en el marco de la racionalidad técnica,
las políticas compensatorias y los idílicos imaginarios sociales que se...
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