Maestro

El mundo silencio en el tumulto, las calles vacías en el tarde oscura de la humanidad. Ya cae el sol, y las calles se iluminan de negro en el oscuro ocaso de la humanidad, el incierto ocasode la humanidad. Las flores del poeta murieron marchitas sin lluvia que de los azules cielos, que antes todo lo cubrían, solían caer perpetuamente. Ahora duerme el cante, con el alma desechay sus ojos secos, llorando por el pasado que todos prefieren olvida. Los colores en los lienzos se corrieron mezclándose unos con otros y todos con todos. El alma del hombre perdió subrillo, ahora desmoralizada y rota por sesenta años de guerra se agazapa en los tristes rincones, ocultándose del pasado, llorando su pasado que le ha destrozado el espíritu, y que le impide cantarde nuevo, y le cansan las piernas para seguir andando sobre el suelo.

Y del árbol el recuerdo, del pasado, de donde algún día el hombre se desprendió de su felicidad eterna, de laeternidad inquieta. Y el hombre después del parricidio se desmorona en el lamento, y sobre el llanto triste de su alma, entona la melódica canción del futuro muerto, que él mata con su infame dedo.Y el dedo escribe mientras el alma muere y lo creado para siempre duerme.

El mundo silencio en el tumulto, las calles, ahora con ecos del pasado, se llenan de nada en la atardecer opacode la humanidad cansada. Ya sale la luna, y la ciudad gime sin verla, mientras su luz opaca la felicidad de su muerte anunciada. Y del polvo la flor, que una vez el poeta mató. El poeta siguedurmiendo, mientras los grises cielos, ahora sin llover, le cubren con su perene luto, y él hipando en sueños recuerda los colores de los lienzos que corrieron y mancharon el puro brillo delalma que, descalza caminando por el mundo muerto, ahora muere y dormita en el eterno recuerdo del pasado, que añora tener pronto a su lado.


Fernando Águila
Freiburg, Abril 2010