maestro
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martes, 27 de abril de 2010
ARTÍCULO sobre el consumo
Consumismo
José Guevara
Hay ya numerosos estudios, libros, ensayos yreferencias al fenómeno del consumismo, a la sociedad de consumo, al homo-consumens, a las compras impulsivas, etc, etc.A este fenómeno se le aborda con mayor o menor seriedaden películas, series, novelas y demás expresiones artísticas y comerciales.No creo ser capaz de añadir nada nuevo ahora.Sólo el gusto por reflexionar un poco e invitar a la reflexión.
En algún lugar leía yo que el ser humanoes demasiado frágil como para aceptar la realidad; para enfrentarla; para luchar con ella e intentar modificarla.Demasiado frágil para tenerla presente a cada instante de su vida.Demasiado frágil para vivirla.El engaño, esto es, el autoengaño, entendido como mito, es necesario.Así pudieran explicarse el fanatismo religioso; las ortodoxias; la fe ciega en algún poder superior; en algún mundo mejor;en la salvación; en el más allá; en las curas milagrosas, etc, etc.
¿Quizá también el consumismo pueda explicarse, en parte, por esta necesidad de fuga?
Y es que en verdad la realidad puede ser muy dura de aceptar.Tan es así, que la fuga de este mundo se presenta como una alternativa tentadora.Tal vez en ocasiones necesaria para no enloquecer.Pero hay diversas maneras de fugarse de nuestrarealidad, que puede ser inaceptable, en ocasiones intolerable y sin embargo no tener opción más que seguirla viviendo, al menos en lo inmediato.
Somos pobres, o feos, o torpes o ignorantes o todo junto.Esto es inaceptable, intolerable. Quizá en otros tiempos las personas se preocupaban más respecto a su destino en el más allá.Del destino de la humanidad, de si habría otra oportunidad o una vidagloriosa después de las miserias de ésta.Teníamos que ser el centro de la creación y entonces ahí estaban algunas religiones afirmando tal cosa.Los predicadores, como portavoces de entes superiores, lo repetían, para dar calma a los demás (y obtener alguna ventaja, desde luego).
Ahora no nos preocupamos tanto en el más allá.Vivimos demasiado atados al más acá.Es el hoy lo que importa.Compra hoy,paga después.No es preocupación si hay un más allá, ni las profundidades del alma o la mente.Es el fugarme hoy.¿Para qué esperar por el paraíso prometido?Es el hoy lo que importa.
Todos (o casi todos) somos consumistas.En casi cualquier vivienda nos encontraremos que nos hemos llenado de cosas innecesarias.A veces, cosas estúpidas.Esa tendencia a acaparar, se dice, proviene de un pasado remotoen que nada estaba seguro.Algo así como el perro callejero que come todo lo que puede pues no hay certeza de que comerá algo al día siguiente.
También parece ser que somos primates imitadores.Sí, imitamos a los miembros de nuestra comunidad que juzgamos “exitosos”.En nuestro universo simbólico, la identificación con el otro suele darse, obviamente, a través de símbolos.Aprendemos, en parte, através del ejemplo.Vemos cómo los niños pequeños adoptan actitudes de sus padres, aunque no conozcan el significado ni las implicaciones de tales actitudes.
Gestos, ademanes, tonos de voz, etc, etc.Aprendemos lo bueno y lo malo.Para un niño pequeño, el universo son sus padres o cualquier adulto con quien comparta la mayor parte de su tiempo.Y suena razonable, pues de qué otra manera puedesobrevivirse de manera inmediata si no es imitando a quien ya ha sobrevivido.Cualquiera que haya sobrevivido más tiempo que uno, ya es exitoso, al menos más exitoso que uno mismo.Esto, en términos un tanto animales.¿No se dice que “al pueblo que fueres, haz lo que vieres”?
No entraré, desde luego, a la discusión de si traemos algo escrito en nuestra mente al nacer, o si todo lo aprendemos en...
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