magisterio

Asesoramiento Filosófico y Salud (El caso de Zara)

"La salud es el ritmo de la vida, un proceso continuo en el cual el equilibrio se estabiliza una y otra vez"

GADAMER H.G. El estado Oculto de la Salud.

Es un error pensar dicotómicamente al ser humano como si estuviera escindido en alma y cuerpo, este
error es puesto de manifiesto por Nietzsche quien confirma la existencia de un nexoentre los
pensamientos y el cuerpo sosteniendo que las interpretaciones de mundo a las que nos acogemos
tienen un origen fisiológico. Por eso, un cuerpo enfermo engendrará un pensamiento enfermo que
contaminará, a su vez, la realidad. Esta es la base del discurso que le permitirá profundizar en una teoría
de los valores como fundamento epistemológico, pero esta discusión me alejaría del tema queme
interesa.
Desde mi punto de vista, el Asesoramiento Filosófico puede proseguir estos planteamientos para
abordar con mayor riqueza el tema de la enfermedad. Pues es necesario preguntarse, antes que nada,
por el concepto de enfermedad que se presupone cuando se habla de ella, e incluso cuando se solicita la
salud. Es probable que si sicologizamos en exceso nuestro campo de acción (y estoya lo advertía el
propio Nietzsche en La Genealogía de la Moral ) corremos el riesgo de concebir a la enfermedad desde
una perspectiva contaminada por una idea de salud predeterminada, que excluye los valores
particulares de cada individuo, incluidos su cultura, tradición, sociedad.
Yo pienso que un asesor filosófico nunca tiene frente a sí a un paciente, sino a un ser humano que sufre
y –esprobable– que la base de su sufrimiento se deba a la dificultad para escuchar su propia voz.
Emulando la tarea socrática nosotros somos quienes podemos ayudar a identificar esa voz, para así
atender a su modo de comprender su bien-estar en el mundo. Es lógico afirmar, a partir de aquí, que el
método que sigue estando a la base de toda nuestra labor es la hermenéutica (1)
Quiero abordar el temaálgido de la medicación, lo digo porque en tanto pertenece a la materia médica,
nuestro conocimiento de la misma es limitado, como en tantos otros campos. Las medicaciones
relacionadas con el individuo que las toma, pertenecen a su lebenswelt (o mundo de la vida), ellas
constituyen parte del modo cómo el individuo se percibe a sí mismo, y sólo sobre este supuesto puede
actuar el filósofo. Unapersona que se siente mal busca el alivio y lo puede encontrar en una medicación
o no. La persona es libre de aceptar un tratamiento, pero en este ámbito de la libertad es donde se
producen los roces y es allí dónde el filósofo es requerido, pues él es el único que puede ayudar a la
persona a valorar su decisión y a encontrar a través de ésta el deseado bienestar. ¿Cómo? Escuchando
sus deseos ynecesidades, para así poder dar forma a la relación que tiene el paciente con su
enfermedad, que como ya dije al principio, ésta es una consecuencia de su modo de ver el mundo (2) .
Es así cómo el filósofo descubre, tiende un puente entre médico y paciente, entre la persona y su
mundo. Además, clarifica que la aceptación de una enfermedad sea crónica, incurable o pasajera, no
supone elabandono de su derecho al bienestar. Si el filósofo logra hacer esto podrá también aislar el
elemento de culpa o resentimiento que se encuentra a la base de la mayoría de las enfermedades.
Citaré como ejemplo, un caso. Una persona se siente aquejada por una depresión. Los hechos reales
(duelos y pérdidas sucesivos en un momento de su vida) le han hecho poner en duda la calidad de su
concepto debienestar. No sólo está respondiendo a la catástrofe de que su mundo se derrumba, sino

que además sufre de una crisis existencial que la lleva a preguntarse (genealógicamente) por el valor de
sus valores. Ella decide pedir ayuda y va al siquiatra, quien no duda en recetarle Paxil. A la semana, está
menos deprimida, pero se ve aquejada por una suerte de temblor en las manos que la asusta y...