Maiz transgenico
Maíz transgénico termina con el maíz orgánico
Las trasnacionales de los transgénicos pretenden hacernos creer que los transgénicos son solamente una opción de quien los elige. Debido a la inevitable contaminación –sea por polen en los campos, por mezcla en el almacenado, distribución o venta y hasta por granos que caen durante el transporte– lostransgénicos son los cultivos más imperialistas de la historia. A la contaminación biológica, se suman los juicios por patentes que sufren los agricultores contaminados y la indefensión legal de los contaminados. Al contrario de lo que dicen las empresas, si hay transgénicos, todo el resto sufrirá.
Un reciente estudio científico conducido por Rosa Binimelis, de la Universidad Autónoma de Barcelona(publicado en 2008 en el Journal of Agricultural and Environmental Ethics), concluye, luego de analizar la situación del maíz en Cataluña y Aragón, que la siembra de maíz transgénico llevará al fin de la producción de maíz orgánico. Desde 1998, cuando comenzó la siembra de maíz transgénico en la región, hasta ahora, hay una reducción drástica de la producción de maíz orgánico. Esto se debe tanto ala contaminación transgénica, que inhabilita la venta del producto como orgánico, como a las múltiples dificultades técnicas y burocráticas que deben enfrentar quienes pretenden defender sus cultivos de la contaminación, lo que finalmente los hace abandonar la producción.
La contaminación ya es una violencia para quien siembra orgánicos y semillas tradicionales. Además, debido a la pesadainfluencia y corrupción que ejercen las transnacionales, las leyes que acompañan los transgénicos, colocan la carga de la prueba en la víctima, que debe lidiar primero con los aspectos técnicos de las pruebas de contaminación, cargar con el costo que significan y con la incertidumbre de este tipo de pruebas, que se basan en información de las propias empresas. A esto sigue el proceso legal, que escomplicado y costoso.
En México todo esto sería aún peor, porque la Ley Monsanto (mal llamada de bioseguridad), no prevé ninguna protección a las víctimas ni permite responsabilizar a los contaminadores.
Agrobio México (organización de fachada de las transnacionales de transgénicos) esgrime un estudio de la biotecnóloga Joaquima Messeguer, del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias(IRTA), España, que sostiene que la contaminación transgénica del maíz se puede evitar con 20 metros de separación entre campos y una diferencia de siembra de 12 días en la siembra entre los transgénicos y otros tipos de maíz. Messeguer declaró a la prensa mexicana, que “los temores de que el cultivo mexicano “se contamine” de los transgénicos es una falacia (sic)” (Notimex, 26/7/2008). Al parecer,Messeguer aún no se entera que la contaminación transgénica del maíz mexicano no es un “temor”, sino una triste realidad comprobada por instituciones del propio gobierno mexicano hasta por pruebas que han realizado cientos de campesinos e indígenas de todo el país. Como el cultivo de maíz transgénico hasta ahora es ilegal en México, seguramente hubieron no 20 metros, sino miles de kilómetros delcampo de transgénicos en Estados Unidos a los campesinos mexicanos, y aún así se contaminaron.
Ya en el 2007, investigadores independientes de la Universidad de Exeter, Reino Unido, mostraron que la contaminación del polen de maíz transgénico puede alcanzar cientos de kilómetros, dependiendo del viento, la ubicación y altitud de los campos entre sí, la temperatura, etcétera. Existen muchos otrosestudios que llegan a conclusiones parecidas, además de que la contaminación por polen es apenas uno de los muchos factores de contaminación.
Pero a los tecnócratas del IRTA, institución que cuenta entre sus “clientes y colaboradores” a Monsanto, Syngenta, Novartis, Pioneer, Basf y Dow, dueños de la producción de agrotransgénicos en el mundo, este tipo de pensamiento complejo y análisis de la...
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