Mala muerte resumen
– ¿En qué puedo servirle? –la voz de la joven era un chorrito de miel brotando en la penumbra.
Samuel avanzó con un asomo de timidez.
–Vengo a escoger unamuerte.
–Claro –sonrió la joven–. Ha venido al lugar indicado. ¿Quién le habló de nosotros?
Samuel recordó al doctor Santana, en su féretro de vidrio y acero, no más pálido ni más pequeño que envida, pero con un sello insospechado de dignidad en el rostro, aun con los algodones empapados de sangre colocados en las fosas nasales y un hilillo sanguinolento brotándole del oído. Había elegidomorir como desaparecido político, nadie se explicaba por qué, después de haber sido un respetable católico de derecha, enemigo de disturbios.
–Un amigo… –pensó dar el nombre, pero luego se dijo queno era necesario–. Él murió hace tres semanas.
–Y usted quiere elegir una muerte ahora.
–Sí, bueno, no para ahora. Quiero dejarla reservada, digamos, para dentro de un año. ¿Se puede?
Dentrode un año, ya el complicado asunto del proceso judicial se habría resuelto de una u otra forma. Suerte que su ex mujer se había vuelto a casar. Marisela, su hija, se consolaría pronto con el dinero quele quedaría, suficiente para seguir viendo como princesa por el resto de su vida.
–Claro que se puede, señor. Estamos para servirle. ¿Ha definido ya qué clase de muerte desea?
–Pues la verdad,no. ¿Tiene un catálogo, una guía, algo así? Perdone, no sé cómo funciona esto.
–No se preocupe, señor, nadie lo sabe. Venga conmigo.
La joven salió de detrás del mostrador y él pudo ver que sucabello largo y sus facciones de virgen adolescente no desentonaban con su voz.
–En estos tapices –la joven señaló la pared– usted encontrará diversas clases de muerte. Aquí, por ejemplo, está la...
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