mala noche
Los crímenes tienen el mismo perfil: se cometen en la noche, siempre rondando el mismo escenario en una ciudad sin nombrey el puñal asesino cercenando de un tajo las cabezas de las víctimas. Decía que hay western porque en esta novela de Franco Ramos se acoge la estructua de personajes enfrentados: los tres son buscadores, pesquisantes, sujetos que intetan develar los crímenes de las decapitadas. Y es detectivesca porque maneja con tal grado de complejidad la arquitectura narrativa, que el lector se inicia en eljuego de la búsqueda sin término, llegando hasta la página final para vislumbrar al asesino en la figura de Lorenza, exactamente el personaje sobre el que recae el menor número de indicios. Sorprende esta novela por su final inesperado y ese es, justamente, uno de sus méritos.
A mí me recordó, desde el manejo de la intriga y por lo tanto, del juego sobre la anécdota, ese portento de novela que esFarabeuf, escrita por el mexicano Salvador Elizondo, quien cuenta un crimen, al igual que en Mala noche, procurando al lector pistas falsas, o pistas aparentemente posibles que sólo buscan la complicidad activa y creativa del receptor lectoral, tanto que en la novela de Elizondo el crimen desaparece para posibilitar el desarrollo de otros nudos argumentativos mediante la técnica de deslizar lafocalización hacia otros asuntos narrativos, porque todo depende de la reconstrucción de las pistas que realiza el lector.
En Mala noche si bien el objeto es descubrir al asesino, ese hecho se convierte sólo y unicamente en motivo para explorar lo que aquí he llamado el régimen nocturno y, a partir de él, leer el mundo femenino en sus relaciones de vida intensa, afrontada con el medio frenesí,construyendo y asumiendo el presente y no el futuro, porque las decapitadas, conocidas por sus sobrenombres, Soco, Trini, Yoli o Brenda, tipifican desde el mundo de la prostitución no tanto la sordidez del oficio, sino un cuadro de dolor, de soledad, de infinitas angustias, adormecidas en el alcohol y en las penumbras de unas calles recorridas por la muerte. Por eso la novela insiste en descubrir elpresente, testificado por Brenda como narradora, vocalizadora y protagonista de la historia.
El tiempo como futuro no existe y el pasado, en consecuencia, se acoge a manera de elan explicador y como tal sólo está tratado como recuerdo memorioso del dolor. Brenda encuadra el tiempo pasado como la cueva mítica que explica su vida roturada: primero, como mujer que fue adinerada y de buena posición explicaque renunció a las comodidades habituales por buscar a su hijo que se extravió en la adolescencia; después, recupera el pasado, que da cuenta de su necesidad de liberarse tanto del esposo opresor como del padre conservador que no asumió la independencia de la hija y, en especial, desde el manejo del recuerdo, que es dramatical, pero también existencial, explica su odio a esa aura legendaria queencubre su niñez, época en donde una mala pasada del destino la obligó a soportar el dolor de la pérdida de la madre y a enfrentar, en su reemplazo, la educación adulta y represora en un colegio de monjas.
Desde el régimen nocturno, en esta novela, se reconstituye la historia de la vida cotidiana, desde la noche como elan que la nueva urbe potencia, el desamor, el frío, la soledad: “caminar la...
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