Malvinas 2012 "una política de pueblos y de estados”

“Malvinas 2012. Una Política de Pueblos y de Estados”



Desde el advenimiento de la democracia a nuestro país en 1983 y la modificación realizada en la Constitución en 1994, Argentina viene ratificando su voluntad de dialogar con Londres y recurrir a la diplomacia como única herramienta para solucionar la controversia por la soberanía de las de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwichdel Sur y los espacios marítimos circundantes.

En este marco, el apoyo del bloque latinoamericano a los reclamos soberanos argentinos sobre el archipiélago austral, constituye un dato central.

Gran Bretaña desde el año 1982 viene apostando a una política de hechos consumados y al aumento de la presencia militar en la zona del archipiélago austral. Las organizaciones de la sociedad civiljunto al estado argentino repudiaron esta política, hoy acentuada por la llegada de aviones de combate y el reciente envío del destructor más moderno de Gran Bretaña, el HMS Dauntless a las islas Malvinas sumado a la llegada del príncipe William, enviado para realizar ejercicios militares. Todo esto no hace mas que ratificar la falta de voluntad política del Reino Unido de acatar las Resoluciones delas Naciones Unidas que lo intima a reanudar el diálogo con nuestro país.

Mientras que la UE afirma que el tema de las islas no se encuentra en la agenda de su política exterior, el MERCOSUR, la UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) apoyan los reclamos LEGITIMOS sobre el archipiélago y adoptan en conjunto estrategias para que Londres se siente a una mesa denegociaciones.



Política Exterior en Democracia

Durante el gobierno de Alfonsín el canciller Dante Caputo destacó que su administración tenía dos objetivos principales: “El primero revertir la imagen de país irracional que el mundo tenia de la Argentina pos guerra. Había que pasar de ser el país agresor al país del diálogo. Este fue un objetivo que incluiría a todo el proceso de toma dedecisiones de Malvinas. Había otra cuestión que nos parecía también sustancial: el tema tenía que tener presencia internacional y distensión nacional. Lo que se buscaba lograr era una permanente tensión exterior sobre el tema Malvinas. Para concretar ese objetivo había que mantener permanentemente los costos internacionales para el Reino Unido, de la ocupación. Si estos costos disminuían o si se hacíannulos, la intervención o la presencia de la ocupación británica se mantendría permanente.”

El gobierno radical apostó fuertemente a la diplomacia multilateral con el convencimiento de la Cancillería argentina de que los votos obtenidos en los foros internacionales a favor del país tendrían un efecto de presión sobre el Foreign Office, porque ante la comunidad internacional quedaría aldescubierto quién quería negociar y quién se oponía a ello.

En 1985 se produjo un cambio importante cuando el gobierno decidió modificar el texto de la resolución que argentina presentaba todos los años ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Se emplearon términos más amplios, que abarcaron todos los asuntos sobre el futuro de las islas, sin mención específica al reclamo de soberanía. Así, según laóptica del gobierno argentino, no quedaba otra alternativa que negociar. Los estrategas de la cancillería intentaban, por un lado, dejar al descubierto quién tenía una posición intransigente y, por otro, invertir el concepto de insensatos que la comunidad internacional tenía de los argentinos como consecuencia de la guerra, transfiriendo este concepto a los británicos.

El 18 de julio de 1986 seconcreta en Suiza una reunión que se denominó el “Síndrome de Berna”, y marcó un antes y un después, ya que su fracaso selló el cambio de rumbo en las relaciones y negociaciones entre ambos países.

El acuerdo alcanzado por argentinos y británicos era demasiado ambiguo, el Reino Unido buscaba restablecer relaciones plenas sin tocar el tema de la soberanía de las islas, mientras que para los...