Malvinas: En Paz y Con Justicia.

Soberanamente argentinas
Malvinas, en Paz y con Justicia


No creo equivocarme si aseguro que no debe existir un sólo argentino que ponga en duda la pertenencia nacional sobre las IslasMalvinas, pero treinta años después del conflicto bélico con los ingleses, la guerra y los veteranos siguen siendo motivo de disputas.
A esta altura, con objetividad y sin dejar de lado la pasión que merecellevarse el sueño de recuperar el terruño que nos robó el pirata, debemos asumir con realismo y crudeza que la ocupación militar del archipiélago fue un manotazo de ahogado de un general mareado porel whisky, que en estado de desesperación procuraba sacar a flote el final inevitable del asesino Proceso de Reorganización Nacional.
Y ese general, asomado al histórico balcón que mira a la históricaPlaza de Mayo, imaginó la gloria, alzó los brazos y se lo devoró la realidad; pero junto al brutal e inservible Leopoldo Fortunato Galtieri, otros muchos nos equivocamos y como soldaditos de plomojugamos a una guerra sin salida.
Nadie puede decir yo no le mojé la oreja al principito; nadie puede decir yo no creí que Malvinas no sería causa de Latino América; nadie puede decir yo no creí, comoun iluso, que frente a la disputa el mundo se dividiría entre justos e injustos.
Y en la euforia, dejamos de lado los muertos que en el placard escondía la dictadura y confiamos en el esfuerzotesticular de jóvenes llevados a la muerte por dementes como Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín, capaces de decir algunas verdades sobre el genocidio insular, con tal de salvarse. Pero nada nos hará olvidar–como relata Osvaldo Bayer, que “Malvinas fue la única guerra del mundo donde murieron los soldados y se rindieron todos los generales, almirantes, brigadieres, coroneles, vicealmirantes,contraalmirantes, mayores, capitanes, sargentos, cabos primeros…”.
Y a renglón seguido de la capitulación, en el mismo 82 comenzó la desmalvinización cuando los dictadores ocultaron a los combatientes tratando...