Malvinas

Estimados amigos, no es necesario que mencione a quién me estoy dirigiendo. Lo hago al conjunto de ciudadanos, a la comunidad que conformamos.



Todos sabrán que estamos para “conmemorar”, paramemorar juntos, es decir, para practicar un ejercicio colectivo de la memoria… Como colectivo, quizás sólo comprendamos a condición de practicar el recuerdo como memoria activa, reflexiva, crítica.¿Pero qué debemos recordar?, ¿Con qué contenidos específicos construiremos esa memoria de la que hablo? Suele decirse que la memoria no es sino ‘olvido selectivo’: recuerdo y olvido, entonces,serían como las dos caras de una misma actividad profundamente política y en una democracia de estricta responsabilidad ciudadana. Los ciudadanos somos los responsables de lo que decidimos recordar,tanto como de lo que nos disponemos a olvidar.



Son los contenidos de nuestra memoria colectiva, el sentido que les demos y el significado que les concedamos, lo que hará posible que aprendamosalgo socialmente valioso para el presente y para el futuro.



Por ello, aunque la política de la memoria implique necesariamente que haya muchas memorias, “la memoria de la política” ha de seraleccionadora. Debemos disputar sobre los significados de lo que pasó, pero ese debate debe conducir a algunas lecciones socialmente compartidas y consensuadas.



Hoy recordamos un hechohistórico indiscutido: una guerra donde murieron hombres de uno y otro lado; un hecho donde la humanidad, una vez más, se sacrificó a si misma.



Las memorias seguirán disputando su sentido,



Unagesta heroica,

Un acto de re-afirmación de la soberanía nacional,

Un capítulo más del imperialismo angloamericano,

Una prueba más de la irracionalidad de la que es capaz el hombre,

Unaúltima brutalidad de un estado terrorista,

Una pesadilla alumbrada entre el alcohol de un general y una sociedad infantilizada.



Sin más título que el de un ciudadano de pie, me permito...