Manet-baudelaire

MANET-BAUDELAIRE.

La Modernidad y sus paradojas, o mejor dicho el desencadenamiento de ésta, fueron producto del cuestionamiento y posterior caída del academicismo. La función representativa de la pintura cruza el umbral al dejar de utilizar los medios (ya sean pictóricos o de otra índole) en pos de un objeto, de un fin a representar, a ser dichos medios el fin último de la representación.
Loanterior, hace eco en la propuesta desarrollada por Édouard Manet, donde la pintura adopta un sentido formalista en su esencia, además de una voluntad propia, sin la más mínima necesidad de una historia o un fin que la avale, jugando de esta forma sus cartas a favor de su pureza intrínseca y de su autonomía, autonomía que se ejerce al romper el estrecho vínculo existente con una naturaleza idealy por medio de autor reflexión.
De ahora en adelante, el arte en general, y la pintura en particular, se proponen hacer palpable el presente, en un sentido familiar a sus contemporáneos y sin una connotación idealista. Además, dicho presente debe estar validado por el ojo crítico del artista, no ser una realidad maquillada la cual se hace responsable de legados atemporales asumidos y acuñadospor la academia
Punto a debatir respecto del postulado anterior, es bajo qué línea se considera dicho presente. Si en un sentido temático, con un representante como Baudelaire, o el formalista promulgado por Manet.
Por el momento, no entraremos en detalles respecto de los postulados defendidos por Baudelaire. Más bien, nos haremos cargo de la lectura formalista generada por Manet respecto de lapintura. Entraremos en detalles sobre los fundamentos que dieron paso a la ruptura dentro del sistema de la pintura, y del arte en general. Sobre las causas que hicieron que dicho pintor se distinguiera de sus contemporáneos e inscribirse dentro de la historia del arte como “El Pintor Moderno”. Conceptos como carne-carnación, soporte-medio, claroscuro-color, son las claves de dicho quiebre y lapuerta de entrada al arte moderno.
Lo primero a destacar en la acción transgresora y subversiva de Manet, es el hecho de despojarse de referentes instituidos y supremos, que regían, producto de la tradición, la actividad artística. El sujeto se hace cargo del presente pero desde una perspectiva moderna, lo cual implica otros medios, tales como la auto reflexión.
La vuelta de tuerca viene de la manodel desmantelamiento de dichos referentes de su sentido arcaico, tanto en su utilización como en el método de empleo. La descontextualización son las primeras luces de lo que será la crisis. Los signos se vuelven confusos e incongruentes entre ellos y para el ojo del espectador acostumbrado a una tradición establecida. Manet rompe toda regla, tanto en un sentido formal, dando a la obra un sentidode exterioridad y apertura, como en la interpelación que causa sobre el sujeto receptor.
En cuanto a los aspectos formales en sí, detonantes de la crisis, el primero a destacar es la liberación de una estructura tridimensional. La relación entre plano y espacio queda anulada, ya que no se genera una correlación entre los diversos planos sumergidos dentro del espacio, o superficie. Las escenas yano se configuran, o son pensadas, dentro de una perspectiva arquitectónica del espacio. La bidimensionalidad genera la construcción de un nuevo volumen, volumen que es capaz de acoger muchos planos en un mismo espacio. De ahí, que lo que se ve afectado es un aparato, una forma de representación, que va ceder su superficie, cuestionando tanto los modelos, los temas, y el modo en como dichos temaseran organizados dentro del espacio tiempo pictórico, de un teatro, de una comunidad.
Lo anterior, se ve favorecido al hecho de que toda intención pictórica queda supeditada al trabajo de la mancha y de la figura recortada, en otras palabras del boceto, los cuales crean diversos universos que coexisten en un mismo espacio pero sin toparse entre ellos. En este punto se ha perdido la secuencia...