Manifiesto en proceso pedagogico
En la ESCUELA PARA EL DESARROLLO pensamos que las personas que eligen como
campo de realización profesional el trabajar en proyectos de promoción del desarrollo tienen
mucho que aportar al conocimiento de nuestra realidad y a la búsqueda de vías para un
desarrollo más justo y equitativo. Estamos convencidos que la preferencia o inclinación
personal por estar en la ejecución directade actividades no se contradice ni disminuye la
capacidad de iniciativa y de aporte crítico de estas personas.
Esta convicción, después de más de tres décadas de trayectoria de los proyectos de
desarrollo en América Latina, continúa siendo más una apuesta que una realidad. Los aportes
de los técnicos de campo y promotores sociales que se han llegado a publicar y difundir son
escasos y decalidad dispareja. Parte de la explicación remite al status que estos trabajadores
tienen ante sus propias instituciones y la sociedad en general. Por una conjunción de factores
que no vamos a detallar aquí, los promotores, técnicos de campo, trabajadores sociales,
educadores populares, son considerados, cada vez más, como meros trabajadores manuales,
simples ejecutores, activistas sin capacidadde iniciativa y aporte crítico.
Sabemos que, para el despliegue y maduración de dichas capacidades, se requiere contar
con ambientes estimulantes y con un soporte institucional. Es difícil suponer que los
promotores encontrarán estas condiciones en sus instituciones si se les subvalora. Es por ello
que uno de los propósitos de la ESCUELA es la revalorización social de los promotores. Pero
esono basta; se requiere también brindarles la oportunidad de reafirmarse en sus cualidades
personales y en el valor de su contribución específica. Es preciso, asimismo, dotarlos de las
herramientas conceptuales y metodológicas que les permitan actuar como verdaderos
"profesionales de la acción"1.
Sentirse y actuar como un "profesional" supone una forma determinada de entender y
relacionarsecon el propio quehacer. Esto se refiere fundamentalmente a la posibilidad de
conocer y aportar al conjunto del proceso. En el caso de los promotores, su tarea específica
es la realización de actividades en relación directa con la población de base. Pero ello no
debiera conducir a que se les considere meros ejecutores. Los promotores pueden y deben
participar, desde su experiencia e informaciónde primera mano, en el diseño de los
proyectos, en la planificación institucional, en la evaluación de los avances y limitaciones. Y
también en la producción de nuevos conocimientos referidos a los sectores con quienes
trabajan, en la reconceptualización de las propuestas y enfoques de desarrollo, en la
generación de pautas y metodologías que orienten cómo se promueve el desarrollo: es decir,cómo, a partir de intervenciones puntuales y focalizadas, se pueden dinamizar procesos que
fortalecen las capacidades de los sectores tradicionalmente marginados y les permiten
mejorar su posición social e incrementar su poder político.
1 Este término, que hemos tomado de Donald Schön (1983), alude a los profesionales que desarrollan
una intervención práctica, que se caracteriza por enfrentary resolver cotidianamente problemas
complejos y, cada vez, nuevos.
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Nos interesa que se reconozca la potencialidad de los promotores y que ellos asuman el reto
de producir conocimientos acumulables, transmisibles, sometibles a crítica y a contrastación.
Una de las oportunidades para hacerlo es sistematizando sus experiencias.
Desde el inicio de nuestras actividades, entonces como Escuela deFormación de
Promotores, incluimos la sistematización como uno de los temas de capacitación. Inicialmente
recurrimos al aporte especializado de quienes venían trabajando sobre la temática en otras
instituciones, como DESCO y CELATS. Sin embargo, encontrábamos en las propuestas
existentes, limitaciones que se desprendían del hecho de no haber sido pensadas para
apoyar específicamente a...
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