Manolo

Corría el año 1940, el mundo aun no se recuperaba de lo desastrosa de la primera guerra mundial pero aun así la 2da ya había comenzado, esta parecía que iba a ser más sangrienta y destructiva que lapasada.
La penumbra parecía apoderarse de todo el mundo, de todo el mundo menos de un pequeño pueblo en lo más profundo del globo. En este pueblo existió un hombre que bajo un alias trataba decalmar la falta de risa y alegría en los niños de su localidad, “Sonrisas” no era solo un pseudónimo, era una filosofía de vida adoptada por este hombre para alegrar a los niños de su pueblo, cambiarlagrimas por sonrisas, sueños por pesadillas, alegrías por miedos y vida sobre tanta muerte y sangre derramada. No quería que la guerra que la guerra arruine la niñez y algarabía de los pequeños inocentes,siempre repetía lo siguiente “Ellos no tienen la culpa de tanto odio y maldad en este mundo, son lo único puro que nos queda, tenemos que cuidarlos”.
Fue así que un domingo de invierno por la mañanaen un mundo lleno de bombas, sonidos de ametralladoras, amenazas colectivas y navajas desgarrando pieles de quienes luchan por un pedazo de tierra o por el honor de quienes se llenan la barriga deltrabajo de muchos se levantaba una colorida, humilde pero muy hermosa carpa. Al principio nadie entendía lo que ocurría pero poco a poco, con el carisma y alegría de Sonrisas, la gente se fueacercando y los niños tomaron la carpa como un 2do hogar, fue así como Sonrisas siempre lo quiso , veía la sonrisa , alegría que el provocaba y eso lo hacía verdaderamente feliz, pero la felicidad nunca eseterna.
Ya había pasado poco tiempo desde que la guerra llego a su fin y fue poco el tiempo también en que la gente empezó a olvidarse de quien alguna vez los hizo felices cuando nada ni nadie podía,cada fin de semana la carpa lucia mas vacía pero nunca tanto como quedo el corazón del buen Sonrisas. Llego el día en que con el dolor de su alma tuvo que cerrar no solo la carpa si no dejar atrás lo...