Manual De Crítica De La Arquitectur
Juan Díez del Corral Lozano
INDICE
PRELOGO
CAPITULO PRIMERO: GUSTO TEORÍA Y CRITICA
El gusto es mío
Abundancia de dioses
De la crítica como poética
CAPITULO II: LA SANTA TRINIDAD
La función "pa" empezar
Sólido, líquido o gaseoso
Venus
CAPITULO III: UN ALFABETO DE LA IMAGEN
Forma y abstracción
El buen color
Textura
Materia
Proporción
CAPITULO IV:VOCABULARIO BÁSICO
Jergas, modismos y diccionarios
El espacio y la columna
Decoración
CAPITULO V: ASUNTOS RELATIVOS A LA CREACION
Lengua y gramática
Composición
El tipo y la moda
ULTÍLOGO
NOTA POSTRERA
Publicado por juan diez del corral en 16:35
lunes, 24 de junio de 2013
PRELOGO
Esto es una declaración de intenciones, es decir, un "prelogo", o sea, un antes del logo escrito por el mismoautor del libro. Como palabra para empezar prefiero la inexistente prelogo que la habitual pro-logo (o prólogo) pues ésta es más difusa ya que puede ser lo mismo un canto final a lo escrito, "en pro del logo", o un dar ánimos para empezar con el logo; ánimos que, a su vez, no se sabe bien si son para el escritor que empieza a escribir el libro (generalmente no) o para el lector que se proponeleerlo.
Por lo general se suelen leer prólogos que son "prolongos", o sea, prolongaciones del libro escritas como "presentaciones". En el caso de este libro no es así: he decidido empezarlo diciendo sinceramente lo que quiero hacer, así que "prefacio" sería más adecuado que pro-logo pero puesto que lo que voy a "facer" no es más que “logos”, sigo prefiriendo llamar a ésto "prelogo". Bueno, luego severá lo que hago y tal vez, al final (no lo sé aún), escriba un epílogo, o mejor, un ultílogo.
Quiere decir todo ello que el lector tiene entre sus manos una "idea" de este libro que yo aún no poseo. Habrá leído la solapa, habrá ojeado el índice, habrá echado un vistazo a las ilustraciones y a algunas líneas del texto para ver de qué va. A estas alturas, el autor, o sea yo, tiene tan sólo unapantalla de ordenador en blanco y una ligera idea del libro que quiere escribir. Nunca me había puesto a pensar seriamente en la asimetría que se da entre el escritor y el lector. Los libros son falsos mitos de comunicación: creemos que lo que escribimos es lo que decimos o pensamos pero eso no es verdad pues, para empezar, está claro que lo que ahora escriba será posteriormente revisado y corregidopor mí mismo antes de darlo a su lectura.
Los tiempos de comunicación del libro son bastante más aleatorios de lo que nos creemos. Yo empiezo el libro en el mes de septiembre del 2001, concretamente hoy día 24, festividad de la Merced. El lector sabrá qué día es hoy para él y si eso tiene que ver con el libro o es indiferente. Así mismo, el lector podrá releer el libro más adelante, extrayendocosas en las que no había reparado en la primera lectura, y así sucesivamente.
Pensándolo bien, un libro se parece mucho más a un edificio que a una conversación, clase o conferencia. En el ejercicio de la arquitectura me he desesperado no pocas veces con la distancia que media entre el boceto inicial, el ajuste de los planos y la ejecución de las obras, pues cuando llegaba a éstas no podíarecordar qué es lo que había querido hacer meses o años atrás. Luego he descubierto que los edificios se hacen cuando se habitan (como los libros cuando se leen), pero de esto ya se hablará más adelante.
También le diré al lector que lo empiezo a escribir en Logroño, ciudad de España, en donde he ejercido la profesión liberal de arquitecto durante diez años y donde he sido profesor de diseño en unaEscuela de Artes y Oficios durante doce. Entre lo uno y lo otro fui arquitecto municipal de la ciudad de Nájera durante tres años. Sumando etapas, el año pasado hice las bodas de plata con la profesión, lo que quiere decir que podré ser todavía un ingenuo (y el hecho de ponerme a escribir un libro lo demuestra) pero no un inexperto. El lector sabrá también si estos datos le sirven para algo. Yo...
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