Manuel Cruz. Responsabilidad.

Ficha Resumen " El problema que nos concierne: responsabilidad e identidad" de Manuel Cruz

Dos nuevas determinaciones obligan a plantear el asunto del individuo/subjetividad en unos nuevos términos: por una parte, el fracaso, por lo que se está viviendo definitivo, de un modelo de sociedad, con las enormes repercusiones económicas, sociales, políticas e idiológicas que ha tenido y, por otra,la crisis del Estado del bienestar, que se viene produciendo en los países desarrollados.
Los nuevos problemas con los que se ha de enfrentar el hombre de hoy trascienden tanto las fronteras políticas como las líneas de demarcación teóricas. El SIDA, la drogadicción, la destrucción de la capa de ozono o el hambre en el mundo constituyen situaciones globales, retos.
La inercia de tantos años nosinvita a pensar (creer sin pensar), que alguna autoridad, institución u organismo público debía hacerse cargo de ellas. Pero las situaciones mencionadas han hecho reventar el esquema, porque su magnitud excede las reales posibilidades de cualquier Estado. También en esta esfera los individuos están cada vez menos enfrentados con su responsabilidad. Es frecuente que las instancias jurídicas sedesdoblen, la ley se burocratice, y al cabo de diez años nadie se acuerde de aquello que efectivamente ocurrió, la causa por la cual alguien fue sancionado.

La cuestión no es los materiales de los que está hecho el sujeto, sino la naturaleza de ese sujeto ya constituido, sus rasgos característicos, su eventual autonomía, la real trascendencia de su intervención en el medio, etc. O, mejor aún, quégrado de inteligibilidad (o ininteligibilidad) alcanzan los comportamientos humanos cuando se renuncia a pensar en términos de subjetividad. Una forma particular de esa renuncia es la que encontramos muy generalizada en gran cantidad de discursos presuntamente sociales de nuestros días.
Enzensberger propone hacer frente a la retórica que sistemáticamente exculpa al criminal trasvasando laresponsabilidad a su hogar o a la ausencia de este, a la dureza del padre o a su flaqueza, al exceso o a la falta de cariño, al autoritarismo a al antiautoritarismo de sus profesores, así como toda la panoplia de perezosas y contradictorias justificaciones para exonerar a la persona del compromiso ante su propia vida.
En realidad habría sostener que el abandono de subjetividad representa uno de losrasgos más propios del mundo de hoy, y en especial del modo en que los hombres viven su inserción dentro de él. Nuestras modernas sociedades permisivas se declaran empeñadas en conseguir el libre desarrollo del individuo, pero no parecen siquiera estar aproximándose a ese objetivo. Los individuos de la era permisiva ven como se destruyen todos los modelos preconcebidos de persona. El mercado requiereconsumidores de una máxima plasticidad. Sujetos débiles, en definitiva incapaces de prometerse metas para las que haría falta una identidad fuerte.
Nada resulta más operativo, nada más funcional en este contexto, que un individuo que renuncia a la expectativa de configurar su propia identidad. Y es curioso que lo que parece funcionar (mejor o peor) para el pasado no lo hace en absoluto para elfuturo.
En realidad la función que desarrollan aquellos argumentos antisubjetivistas es la de proporcionar coartadas ad hoc con las que escapar de una hipotética atribución de responsabilidad. El discurso acerca de responsabilidad es algo relativamente nuevo. Como repite Hannah Arendt, “la acción es, por su misma naturaleza, ilimitada en sus consecuencias e impredecible en sus resultados últimos,porque el hombre actúa dentro de una medio donde toda reacción se convierte en una reacción en cadena”.
No sólo nos vemos sobrepasados por las consecuencias de nuestros actos cuando no prestamos atención: está en la esencia misma de la acción producir efectos imprevisibles e incalculables. Hoy las cosas han cambiado de manera irreversible, bien pudiera decirse que es el panorama del mundo por...