Maovalencia
Páginas: 83 (20719 palabras)
Publicado: 26 de marzo de 2014
PRIMER CAPÍTULO DEL TRABAJO DE GRADO
POR VIDAL MAURICIO VALENCIA SERNA
Borrador # 10
1 Contenido
1 Introducción
El presente trabajo está planteado como una investigación teológica que quiere reflexionar sobre un asunto de interés pastoral, a saber, el conflicto y la autoridad que experimentan las familias populares con hijos adolescentes. Al iniciar esta reflexión, creemos oportunomostrar nuestra preocupación por aproximar lo más posible la teología a la realidad que experimentan las familias. Se trata por lo menos de evitar caer en el idealismo que fácilmente transforma la pastoral en un discurso moral y o dogmático para la vida familiar. En este sentido, en lugar de concentrarnos en el carácter institucional o sacramental de la familia, nuestra atención se polarizafocaliza en su complejo sistema de relaciones, como contexto primario, debido a su papel central en socialización del niño y del adolescente. Nuestro interés está en hablarles a padres e hijos, desde la perspectiva teológica, intentado dar respuestas y propuestas a los problemas concretos con que las personas se enfrentan en la complejidad de la vida.
Nuestras preguntas de investigaciónsugieren de inmediato encarar una pastoral familiar desde un género de la teología, el de las realidades terrenas, de las que la familia sería una especie particular. En ningún momento se trata aquí de modificar el objeto único del saber teológico, que es siempre la experiencia de Dios, sino de subrayar los campos existenciales, como los culturales, los sociales o los materiales, que en la actualidadcondicionan el saber sobre Dios y el vivir en Él. Esta teología tratará de rescatar la sensibilidad necesaria hoy para captar la presencia de Dios y su oferta de amistad encuentro y de salvación a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. El lugar teológico (Melchor Cano, De locis Theologicis, I, 3, 1) al que me quiero referir para encontrar mis argumentos y que no se reduce a la Escritura, laTradición y el Magisterio, es, particularmente, el de las familias de los pobres, que por razón de su pobreza no se acomodan a los moldes explicativos de una teología que podríamos llamar oficial tradicional.
El Vaticano II reconoce y no ha hecho sino subrayar – con el giro antropológico de la teología moderna – la importancia de “auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo,los diferentes lenguajes de nuestro tiempo y juzgarlos a la luz de la palabra divina para que la Verdad revelada pueda ser percibida más completamente, comprendida mejor y expresada más adecuadamente” (GS 44); además, señala la pertinencia de “conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus expectativas, sus aspiraciones y su índoles muchas veces dramática” (GS 4). Todo esto es lo que configura elcarácter propio de una teología de la familia que fundamente una pastoral de las realidades que experimentan y afectan la convivencia familiar popular actual.
El debate en el que intenta quebrarse la legitimidad y la inteligencia de estos ámbitos teológicos y pastorales es el de sacarlos del ámbito epistemológico de la revelación de Dios y tomar ésta como un dato frío, puro y objetivo,comprensible en sí mismo sin necesidad ni posibilidad de ulterior interpretación y, a partir del cual, no quepa más que su aplicación a las realidades humanas.
La concepción de familia que ha rodeado la teología que fundamenta la pastoral familiar, ha adolecido del un problema, de no tener la capacidad de ser crítica, lo cual a menudo la ha llevado a reafirmar las praxis existentes o, lo que espeor, a aliarse a intereses ideológicos dominantes1. En vez de una mejor comprensión del Dios que se nos da en su revelación en la historia y en el Hijo, esta pastoral ha pretendido aplicar la teología dogmática a la acción humana, a la teología moral, preguntándose, ¿qué dice la revelación sobre la familia?
Desde esta vertiente epistemológica, en la pastoral familiar se trataría sólo de...
POR VIDAL MAURICIO VALENCIA SERNA
Borrador # 10
1 Contenido
1 Introducción
El presente trabajo está planteado como una investigación teológica que quiere reflexionar sobre un asunto de interés pastoral, a saber, el conflicto y la autoridad que experimentan las familias populares con hijos adolescentes. Al iniciar esta reflexión, creemos oportunomostrar nuestra preocupación por aproximar lo más posible la teología a la realidad que experimentan las familias. Se trata por lo menos de evitar caer en el idealismo que fácilmente transforma la pastoral en un discurso moral y o dogmático para la vida familiar. En este sentido, en lugar de concentrarnos en el carácter institucional o sacramental de la familia, nuestra atención se polarizafocaliza en su complejo sistema de relaciones, como contexto primario, debido a su papel central en socialización del niño y del adolescente. Nuestro interés está en hablarles a padres e hijos, desde la perspectiva teológica, intentado dar respuestas y propuestas a los problemas concretos con que las personas se enfrentan en la complejidad de la vida.
Nuestras preguntas de investigaciónsugieren de inmediato encarar una pastoral familiar desde un género de la teología, el de las realidades terrenas, de las que la familia sería una especie particular. En ningún momento se trata aquí de modificar el objeto único del saber teológico, que es siempre la experiencia de Dios, sino de subrayar los campos existenciales, como los culturales, los sociales o los materiales, que en la actualidadcondicionan el saber sobre Dios y el vivir en Él. Esta teología tratará de rescatar la sensibilidad necesaria hoy para captar la presencia de Dios y su oferta de amistad encuentro y de salvación a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. El lugar teológico (Melchor Cano, De locis Theologicis, I, 3, 1) al que me quiero referir para encontrar mis argumentos y que no se reduce a la Escritura, laTradición y el Magisterio, es, particularmente, el de las familias de los pobres, que por razón de su pobreza no se acomodan a los moldes explicativos de una teología que podríamos llamar oficial tradicional.
El Vaticano II reconoce y no ha hecho sino subrayar – con el giro antropológico de la teología moderna – la importancia de “auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo,los diferentes lenguajes de nuestro tiempo y juzgarlos a la luz de la palabra divina para que la Verdad revelada pueda ser percibida más completamente, comprendida mejor y expresada más adecuadamente” (GS 44); además, señala la pertinencia de “conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus expectativas, sus aspiraciones y su índoles muchas veces dramática” (GS 4). Todo esto es lo que configura elcarácter propio de una teología de la familia que fundamente una pastoral de las realidades que experimentan y afectan la convivencia familiar popular actual.
El debate en el que intenta quebrarse la legitimidad y la inteligencia de estos ámbitos teológicos y pastorales es el de sacarlos del ámbito epistemológico de la revelación de Dios y tomar ésta como un dato frío, puro y objetivo,comprensible en sí mismo sin necesidad ni posibilidad de ulterior interpretación y, a partir del cual, no quepa más que su aplicación a las realidades humanas.
La concepción de familia que ha rodeado la teología que fundamenta la pastoral familiar, ha adolecido del un problema, de no tener la capacidad de ser crítica, lo cual a menudo la ha llevado a reafirmar las praxis existentes o, lo que espeor, a aliarse a intereses ideológicos dominantes1. En vez de una mejor comprensión del Dios que se nos da en su revelación en la historia y en el Hijo, esta pastoral ha pretendido aplicar la teología dogmática a la acción humana, a la teología moral, preguntándose, ¿qué dice la revelación sobre la familia?
Desde esta vertiente epistemológica, en la pastoral familiar se trataría sólo de...
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