Mapuches chilenos
En lo relevante, es prudentísimo analizar la frase con la que acapito esta reflexión, no en las fronteras de las sensacionalistas y amarillistas formas con que el periodista se vendeal sistema, sino con el dolor y el hambre de una nación martirizada por quienes numerológicamente escriben la historia. He aquí unívocamente un error: entender a un ser humano como participante deun mundo de razón, pues aditivamente según Einstein uno más uno es 2 y atingente a lo cartesiano, pero aditivamente un hombre más otro son el puntapié a los procesos de enculturación y socializaciónhumana y atingentes a lo material.
Las fuerzas políticas de este país, eufémicos en sus postulados, dicen atender a los 32 chilenos que luchan fidelizadamente por sus ideales, atención consustanciadaen penalizarlos por pedir acabar con el monopolio latifundista de quienes dan el voto entronandor, no de un ciego que no quiere ver, sino de un visor que no quiere observar la riqueza de su pueblo,haciéndolo miserable e inmerecedor de éste, por gratuitamente donarles la espalda no en lo concreto de una huelga, sino en lo concretísimo de una historia. Esta historia amistada con el hombre real, esacusativa, nos otorga el conocimiento de una autoridad que nominalmente escucha, o que en lo eventual ciertamente lo hace tras la presión, sugiriendo así que las formulas pulsivas de Freud están...
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