Maquiavelo Republica

Entre los muchos asuntos militares y civiles que analiza Maquiavelo en sus discursos, hay uno que ocupa el centro de sus preocupaciones: la grandeza de la República romana. Recordamos que en El príncipe Maquiavelo excluye expresamente a las repúblicas de su análisis. Aquí lo hace el objeto de su estudio. La esperanza es clara: si logramos descubrir la clave de la gloria romana, seremos capacesde repetirla. Maquiavelo encuentra que el fundamento de la grandeza descansa en la libertad: “La experiencia muestra que las ciudades nunca han aumentado sus dominios o riquezas excepto cuando han estado en libertad.” En cambio, la tiranía no solamente interrumpe el engrandecimiento de las ciudades sino que frecuentemente las lleva a la perdición.

La libertad de las repúblicas tiene así unavaloración moral en un sentido propiamente maquiavélico. Se trata de un medio para la grandeza política, no un valor en sí mismo. Es importante tener en mente, además, que la libertad de la que habla Maquiavelo, no es la libertad liberal, sino es la libertad antigua, como diría Constant. Libre es la ciudad que se autogobierna. Libre es la ciudad exenta de toda servidumbre, sea esta interna por latiranía, o externa por el imperio. Su argumentación histórica conduce a la defensa del orden republicano sobre el monárquico. La grandeza de un orden político se funda en su capacidad para generar el bien común y éste es solo accesible en las repúblicas.

Sin duda este bien común no se logra más que en las repúblicas, porque éstas ponen en ejecución todo lo que se encamine a tal propósito, ysi alguna vez esto supone un perjuicio para este o aquel particular son tantos los que se beneficiarán con ello que se puede llevar adelante el proyecto pese a la oposición de aquellos pocos que resultan dañados. Lo contrario sucede con los príncipes, pues la mayoría de las veces lo que hacen para sí mismos perjudica a la ciudad, y lo que hacen para las ciudad les perjudica a ellos.[1]

Perolas repúblicas no se libran jamás de la fortuna y las contingencias. Y la primera expresión de esa diosa en el destino de una ciudad es su nacimiento. Es esencial que las repúblicas tengan la suerte de haber nacido en un acto de fundación virtuosa. Maquiavelo considera que la soledad del fundador es esencial para la creación de un orden político bien templado.

Debe tomarse como reglageneral que pocas veces, o nunca, sucede que una república o reino esté bien ordenada desde el principio, o reordenada de nuevo fuera de los usos antiguos, si no ha sido ordenada por una sola persona. De modo que es necesario que sea uno solo aquel de cuyos métodos e inteligencia dependa la organización de la ciudad.[2]

Las repúblicas no nacen republicanamente. No hay, por supuesto, fatalismo.Recuérdese que la fortuna cogobierna con la virtud. Así Maquiavelo retoma sus planteamientos sobre la virtud política, la cualidad que permite sortear las dificultades con ecuanimidad y lograr al mismo tiempo, conquistar a la fortuna. Gracias a la prudente mezcla de fortuna y virtud, los romanos lograron dominar el mundo.

La principal fortuna de las repúblicas está, decíamos, en su instantefundador. El establecimiento de una república no puede llevarse a cabo por medio de la acción de las masas, ni por un acuerdo entre diversos agentes, puesto que la diversidad de sus opiniones impiden la organización del gobierno. Para levantar una república es necesario estar solo. Pero para sostenerla, no basta un solo hombre. La vitalidad de una república exige la virtud colectiva. Si en El príncipeMaquiavelo aplica el concepto de virtud a un hombre; en los Discursos lo aplica a todo un pueblo. Si una ciudad ha de alcanzar la gloria es indispensable que esa cualidad política sea compartida por el pueblo en su conjunto. No hay aquí diferencia en el concepto de virtud sino en su agente. Se trata de una voluntad y de una capacidad de hacer todo lo necesario para alcanzar la grandeza política,...