marcha histórica de la economia
1. A muchos se les hace difícil mostrar apacibilidad en el trato con las autoridades civiles. Es cierto que quienes mandan actúan en algunos casos sin bondad ni compasión (Eclesiastés 4:1; 8:9). Sin embargo, por amor a Jehová, reconocemos Su autoridad suprema y prestamos a los miembros de la administración la sumisión relativa que lescorresponde (Romanos 13:1, 4; 1 Timoteo 2:1, 2). Hasta si hay altos cargos que tratan de limitar las facetas públicas de nuestra adoración a Jehová, buscamos con gusto otros medios disponibles de ofrecer el sacrificio de alabanza (Hebreos 13:15).
No obstante, jamás recurrimos a la agresividad. Por el contrario, procuramos ser razonables, pero sin traicionar los principios justos. Esta actitud, que nospermite efectuar nuestro ministerio en 234 países, está en consonancia con el consejo de Pablo: “Estén en sujeción y sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades como gobernantes, [...] estén listos para toda buena obra, [...] no hablen perjudicialmente de nadie, [...] no sean belicosos, [...] sean razonables, y desplieguen toda apacibilidad para con todos los hombres” (Tito 3:1, 2).
2.Pablo encomia a Filemón por ser un ejemplo del “amor y de la fe” cristianos. El apóstol siente “mucho gozo y consuelo” al saber que Filemón ha sido una fuente de estímulo para sus compañeros cristianos (File. 4, 5, 7).
Al referirse a la delicada situación de Onésimo, Pablo no da ninguna orden a Filemón, sino que lo exhorta “sobre la base del amor”, y así pone un ejemplo a los superintendentes.Le dice: “Confiando en tu anuencia, te escribo, pues sé que harás aún más de las cosas que digo” (File. 8, 9, 21).
La carta de Pablo también recuerda a los ancianos el valor del encomio y la discreción. Él empieza por reconocer que ‘los tiernos cariños de los santos fueron refrescados por medio de’ Filemón (versículo 7). Sin duda ese encomio sincero puso a Filemón en un estado de ánimo más receptivo.Del mismo modo, hoy día a menudo el consejo se puede amortiguar con encomio afectuoso y sincero. Y tal consejo no debe ser brusco ni indiscreto, sino que debe estar bien ‘sazonado con sal’ para que al oyente le sea más aceptable. (Colosenses 4:6.)
3. Hoy día, a ninguno de nosotros se nos ocurriría insistir en que nuestra salvación depende de que obedezcamos ciertos mandatos de la Ley mosaica.A fin de cuentas, en su carta a los Efesios, Pablo dice sin rodeos: “Por esta bondad inmerecida, en verdad, ustedes han sido salvados mediante fe; y esto no debido a ustedes: es dádiva de Dios. No, no es debido a obras, a fin de que nadie tenga base para jactarse” (Efe. 2:8, 9). Entonces, ¿qué debemos hacer si queremos entrar en el descanso de Dios? Recordemos que Jehová separó el séptimo día —sudía de descanso— para un fin especial: llevar a cabo su propósito para la Tierra. Por lo tanto, para entrar en el descanso de Jehová —es decir, tomar parte en él—, debemos obedecerle y colaborar en el cumplimiento de su propósito según nos lo va aclarando su organización.
17 Jamás debemos quitarles importancia a los consejos bíblicos del esclavo fiel ni guiarnos por nuestras opinionespersonales. Si lo hiciéramos, nos pondríamos en contra del propósito divino y nos arriesgaríamos a perder la amistad con Jehová. Ahora bien, ¿qué situaciones ponen hoy día a prueba nuestra obediencia? En el próximo artículo analizaremos algunas y veremos cómo las decisiones que tomamos en esos casos revelan si hemos entrado en el descanso de Dios
4. Siglos más tarde, el apóstol Pablo incluyó a Samuelentre los jueces y profetas que “efectuaron justicia” (Hebreos 11:32, 33). Así es, Samuel contribuyó a que se hiciera lo que era justo y recto a los ojos de Jehová. Y lo logró porque, en lugar de dejarse vencer por las dificultades, siguió realizando su labor mientras esperaba con paciencia a que Jehová enderezara los asuntos. Además, demostró ser una persona agradecida. Tras la victoria en...
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