Marco antonio

Cuento random

¿Recuerdas la propuesta que te hice un día hablando por teléfono? Espero que sí… Lo que voy a escribir a continuación se me ocurrió un día de depresión y mal estar… así que no me juzgues si no es de tu agrado.



Me levanto, cuando es casi mediodía. Apago el despertador antes de que su estridente sonido me produzca dolor de cabeza. Me paso alrededor de cinco minutos mirandoel techo y analizándolo. Es un techo rugoso y amarillento. En la esquina derecha hay una pequeña araña con su tela, pero no me causa reacción alguna. También hay una mancha marrón y grande en medio de la habitación, aparentemente de humedad. Cuando acabo este momento de reconocimiento del techo de la habitación decido levantarme, y lo hago lentamente, como si el tiempo fuera eterno.
Me tomo mitiempo, cuando ya estoy de pie para recapitular lo que había hecho la jornada anterior, pero no tengo recuerdo alguno, aunque este hecho no me extraña. De nuevo observo atentamente la habitación. Es bastante simple: una cama individual, una mesa alargada con una silla, también bastante simple, y una cómoda.
A paso lento decido salir de la habitación. Me encuentro con un largo y oscuro pasillo. Nopuedo ver el final así que decido entrar en la primera puerta que encuentro.

No recuerdo haber estado nunca aquí, pero está tan oscuro que no sabría decirlo con certeza. La puerta está entreabierta y con empujarla un poco con la mano se abre por completo. Dentro también está oscuro, pero se distinguen sombras con formas de muebles. Entro. Nada más dar un paso, salta hacía mi una sombra. No mesobresalto. Se para a uno centímetros de mi cara, balanceándose suavemente de atrás a adelante. Cuando mis ojos se acostumbran más a la oscuridad, me doy cuenta de que delante de mí hay una caja de sorpresas de juguete bastante grande. De ella sale un muelle cubierto por una tela. En el extremo del muelle hay una máscara blanca con una sonrisa exageradamente grande y unos ojos demasiado abiertos.Su nariz y la mía están a unos centímetros. Empujo la cara con la mano y la encierro dentro de la caja, negra con flores rojas. Miro a mí alrededor. La habitación está llena de juguetes de ese estilo, todos bastante grandes. En el centro de la habitación hay un tentempié más alto que yo. Su forma me recuerda a la de las muñecas rusas. Cuando lo toco para empujarlo se rompe y se deshace. No meimporta.
Mi mente me dice que quien quiera que use aquellos juguetes es bastante más grande que yo. Esta idea me resulta curiosa, sea lo que sea, quiero encontrarlo. Después recuerdo que en la habitación en la que había dormido el tamaño de los objetos era más bien normal, o por lo menos lo que yo entiendo por normal. Con estas ideas en mente continuo con la exploración y decido entrar en la siguientehabitación que encuentre. Esta oscura pero descubro, casi por error, un interruptor a la izquierda. La habitación se trata de un salón-comedor, y como en la anterior los objetos tienen un tamaño no acostumbrado, pero en esta ocasión no son más grandes, sino más pequeños. Observo la televisión, tan grande como un móvil, pero parece antigua, le sobresalen dos antenas y a un lado de la pantalla haydos pequeñas ruedas para el volumen y el cambio de canal. El sofá también parece antiguo y desgastado, con un estampado a flores y textura sedosa. Miro hacia arriba y a pesar de que la habitación tiene la altura habitual, en lo alto se ve una lámpara con forma de araña. La mesa es tan pequeña que a penas podría sentarme en ella y las sillas parecen estar hechas para muñecas. Cuando toco una deestas, al igual que en la anterior estancia, se deshace. Mi cabeza empieza a no ignorar este hecho.

Me arrodillo y observo las virutas en las que se ha convertido la silla. Lo lógico es que fueran astillas de madera, pero no lo son. Parece arena, o quizá vidrio triturado muy fino. Sea lo que sea es muy suave al tacto. Me levanto del suelo y no me muevo. Estoy pensando en lo que podría ser esa...