Marco Contextual
El investigador de la Universidad de Missouri-Columbia, de los Estados Unidos, Bruce Bartholow, realizó una investigación con un grupo de videojugadores frecuentes, monitoreando su actividad cerebral mediante encefalogramas. Después de determinar por medio de cuestionarios qué tan consumidores eran devideojuegos violentos, los jovenes fueron expuestos a una serie de imágenes de la vida real, entre las que se encontraban intercaladas escenas violentas y otras negativaspero no violentas.
Los electroencefalogramas de los que más tiempo le dedicaban a los videojuegos violentos revelaron una respuesta reducida a hacia las imágenesviolentas, debido a una pérdida de sensibilidad. Y sus reacciones fueron normales ante las escenas negativas pero no violentas. También, el estudio determinó, ante laposibilidad de que los jovenes jugaran a otro videojuego en el que debían “castigar” a sus oponentes, que los más agresivos resultaron ser los mismos que habían tenidouna respuesta cerebral reducida ante las imágenes violentas.
Si bien aún las conclusiones del doctor Bartholow no pueden tomarse como definitivas, significan un pasoadelante en esta área.
La investigación se realizó en un entorno conformado por personas que habitan en la zona urbana de México, el cual es uno de los principalesconsumidores de videojuegos a nivel mundial, partiendo del hecho de que solo se tomará en cuenta a los habitantes que cuentan con los recursos económicos como paraadquirir una cantidad considerable de videojuegos, que estos videojuegos contengan violencia explicita y por último que los usuarios de los mismos sean menores de edad.
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