Marcos Felipe

Marcos Felipe (Pr. de la iglesia UEA de Villa Gesell).


AJUSTE NECESARIO.
En algún momento parece que hemos perdido el rumbo. Digo, el mandato de Jesús fue claro, pues nos dijo que mientrasandábamos por éste mundo lleváramos su mensaje, e hiciéramos discípulos, y su propuesta fue venir a darnos vida abundante. Es algo que la iglesia primitiva entendió y lo que constituía su fuerte. Pero enalgún momento, en muchos casos parece ser que el mandato fue: ...“Llenen la semana de reuniones”. Es tan así que a bastantes hermanos les cuesta entender que lo que pasa en el culto no es el todo de lavida de la iglesia. Es una parte importante, necesaria, vital, diría yo, pero no es, ni debe ser la única expresión ni de adoración, ni de servicio. Por eso no me malentiendan, tenemos que reunirnos,pero como parte de una vida que llevamos adelante con nuestro Señor en todo ámbito en el que nos movemos. La vida abundante, según entiendo es más que una semana llena de actividades eclesiales.
Hayalgo sencillo de observar en el Nuevo Testamento, y es que hay muchísimas instrucciones en cuanto a lo privado, a una adoración personal y un servicio a Cristo y a los demás en el contexto de la vidacotidiana. En contraste, hay muchas menos indicaciones sobre la forma en cómo llevar adelante las reuniones, y del cronograma semanal de una congregación ni se habla. La vida de la iglesia radicaba ydebe radicar en otra cosa que una semana llena de reuniones. Pensemos además en otra cosa, y es que muy pocas personas en la iglesia tienen una parte “protagónica” en una reunión. El portero, losmúsicos, quien dirige, el que predica, y no muchos más. No es raro entonces que muchos hermanos sientan que no están haciendo nada para la iglesia. El modelo reunión-céntrico tiene el efecto de producirpocos actores y muchos espectadores. Puede parecer muy activa, pero puede esconder un cáncer terminal en su interior.
Pero si ponemos el acento en preparar a los hermanos para lo que pasa los días...