MARGARITA PETIT ESTEREOTIPOS EN LA ADOLESCENCIA Y SU REPERCUSION EN LA SALUD
ESTEREOTIPOS EN LA ADOLESCENCIA Y SU REPERCUSIÓN EN LA SALUD.
Margarita Petit Vila, Montse Prat Tordera,
enfermeras.
(Con la colaboración de Gemma Canoves)
Los estereotipos de género están presentes de forma directa en la vida cotidiana de
los adolescentes y les afectan en sus conductas y decisiones.
Como enfermeras que trabajamos en el ámbito de la salud somos testigos directos de
la demanda que hace la población adolescente. Si a ello añadimos sus opiniones
sobre estereotipos, sexo o relaciones familiares recogidas durante cuatro años que
reflejan sus ideas, debiéramos llegar a conclusiones sobre su estado de salud y
también hasta dónde alcanzan los recursos sanitarios.
Tal como dice la OMS: “Para conseguir los más altos niveles de salud, las políticas
sanitarias deben reconocer que las mujeres y los hombres, debido a sus diferencias
biológicas y a sus roles de género, tienen diferentes necesidades, obstáculos y
oportunidades” (OMS 2001).
De otra forma más llana la descripción del Sr, Jordi Gol en el año 1976 nos dice que la
salud “Es una manera de vivir autónoma, solidaria y alegre”. Una buena fórmula que
es tan sencilla como difícil, pero que sin duda sería la mejor manera en que discurrir la
etapa previa a la madurez de las personas
Los cambios sufridos en el cuerpo de las personas adolescentes y el cambio de visión
de sí mismos/as, les afecta de forma directa en su salud. La adolescencia es una
etapa difícil y que va a tener consecuencias, sin embargo el sistema de salud presta
atención al área biológica descuidando los factores biopsicosociales causantes de la
perdida de la salud.
Existen unos determinantes para la salud a través de la biología humana,
condicionados por la genética y sometida al envejecimiento. También contribuye a
disponer de una buena salud el medio ambiente. Determinados países y zonas están
sometidos a graves deficiencias debido a contaminantes en el aire, el agua o la tierra y
a través de ellos los alimentos son contaminados a su vez.
Los factores psicosociales vienen condicionados por la forma en que se desarrolla la
evolución de las personas respetando a su cuerpo como un todo. A ello contribuye la
cultura y las tradiciones que no por serlo son aceptables e idóneas para la salud.
En otro orden la sociedad ensalza valores como la virilidad demostrada a través de la
fuerza, el poder o la velocidad. La violencia utilizada para resolver conflictos es algo
visto con buenos ojos por el mundo adulto apartando formulas como el dialogo y la
comprensión como actitudes poco efectivas. Los valores de la feminidad cautivadora,
sumisa y sexual se muestran sin pudor como algo positivo para las chicas. Todos
estos valores masculinos y femeninos se pueden mostrar de la forma más solapada y
sutil como ordinaria y degradante.
Los estilos de vida respecto a unas conductas que pueden respetar o no la propia
salud. Aquí podríamos hablar de aquellos comportamientos que aun siendo aceptados
por la sociedad son insalubres. A veces con una hipocresía aceptada por la
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comunidad se toleran los patrones violentos con demostraciones viriles o se exigen
conductas sumisas con la excusa de ser necesarias. Los recursos sanitarios no son ni idénticos, ni regulares ni accesibles a toda la
población adolescente. Factores geográficos y políticos deciden que recursos
necesitan.
A pesar de ser un colectivo frecuentemente nombrado y culpabilizado, la atención
sanitaria se decanta sobre las adicciones como el alcohol o las drogas y a la ...
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