Maria Emilia Corneo
LA POESÍA
FEMENINA
ESPAÑOLA
ACTUAL
. ACE más de 30 años que un gran poeta nuestro publicó la Antología que a su entender expresaba mejor la entonces joven lírica española. Y sólo pudo permitirse el lujo de incluir en ella dos (creo no recordar mal) nombres femeninos. Si bien eso no significaría cosa decisiva en un país en el cual la obra de mujer corre riesgos mayoresque la de varón, la verdad es que ahora ya no podría hacerlo pues nuestra nómina poética femenina rebasa tan .exiguo número Lo cual tampoco obsta para que, recentísimamente, haya aparecido un epítome de literatura destinado a futuros bachilleres, manco. Y para que circule, con escaso crédito, una historieta de nuestra literatura que incide en el habitual misoginismo intelectual. La realidadcontante y sonante es que yo misma publiqué en 1954 una Antología de Poesía Femenina Española Viviente que, aunque mutilada por últimas necesidad.es de ajuste, alcanzó la cifra de 26 poetisas, todas buenas. Desde entonces, diez años, se ha sumado media docena de nombres más, indiscutibles. Es decir, que si en el siglo X I X contamos con la universal importancia lírica de la Avellaneda, Rosalía deCastro, Carolina Coronado, y en los primeros treinta años del X X con una juvenil promoción poética (de la que aquella que mayor obra realizaría ni siquiera figuraba en la célebre Antología de G. Diego) de limitado hacer hasta entonces, actualmente poseemos un compacto grupo de poetisas de compleja significación. La literatura femenina española adquirió, después de 1939, un tremendo impulso ascensivo.Hubo —y con respecto a las artes en general— una digamos inflación de valores: lógica, si se tiene en cuenta que la dispersión o la anulación de escritores había sido abundante, y urgía reem-
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plazar hasta donde fuere posible, lo no operante por tan distintas causas. Pero ello no podía llevar consigo, y no lo llevó, la renuncia total por parte de los que seguían viviendo aquí, en supatria, el ejercicio literario; máxime cuando precisamente las circunstancias recién vividas proporcionaron una carga tremenda de experiencias dramáticas de primera mano que constituían material propicio para poetizar —y novelar— acerca de muchos temas con pleno conocimiento de causa. La nueva generación literaria que no llegaba (al menos no se la r.econocía como tal) en calidad de «aprendiza»,poseía por anticipado una riqueza real superior a la imaginativa; incluso se desdeñaba lo imaginativo, por literario. La historia se impuso con pesantez trágica. La literatura femenina, beneficiándose de las cosas recién aprendidas y recordando las que se llevan en la sangre, ofrece desde entonces una obra propia, sin el mimetismo a que estaba acostumbrada la misma anterior literatura. Infinitasexperiencias de dolor particular y colectivo nos fueron facultando para decir con propiedad lo que sabemos, como mujeres con vida consciente, del sentimiento y del ensueño. Lo más interesante de la actual lírica femenina de España es que ha hallado sus temas en un vasto mundo de sensibilidad que, hasta hoy, no era habitual de las poetisas. El amor, el dolor, la muerte, patrias fundamentales del Arte,son cantados hoy con nueva.voz que es, sin embargo, la eterna. Rimbaud declaró que estaba cansado de «la poesía femenina».: de la poesía tratada como una tarea doméstica, que continuaba a lá mujer no como ella era en realidad sino como querían verla los hombres de su tiempo. El problema de la creación estética era, y sigue siéndolo, distinto para cada sexo. Y se preguntaba Rimbaud «si la mujerencontraría lo desconocido, y si sus mundos de ideas diferirían de los que los hombres mantienen...». Por su parte, Rilke —ya en nuestro tiempo— afirma en sus «Cartas a un Amigo» que «llegará un día en que aparecerá la mujer cuyo nombre ya no significará algo opuesto al hombre, sino algo propio e independiente; nada que haga pensar en complemento ni en límite, sino únicamente en vida y en ser: el...
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