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Instantes antes de su comparecenciade ayer en la Asamblea Regional, para explicar los efectos de los planes de ajuste sobre el sistema sanitarios, la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, no disimuló su irritación. La causafue el anuncio de concentraciones de los trabajadores en protesta por la falta de información sobre cómo afectarán a sus puestos los recortes en el gasto al funcionamiento de los centros. «Ya lo hemosdicho. Todos los puestos eventuales que no cubran necesidades estructurales en el Rosell se van a perder, como ocurrirá en los hospitales de Murcia y de Lorca. Cartagena no será una excepción»,informó. Una fuente de la Consejería confirmó posteriormente que en Cartagena hay un centenar de ellos que ya está en la calle y cuarenta más seguirán el mismo camino.
La causa de la no renovación de estoscontratos se encuentra en la entrada en vigor de las 37,5 horas semanales para todos los funcionarios del Sistema Murciano de Salud, que supondrá que haga falta menos personal.
Pese a esta disminucióndel número de trabajadores, Palacio insistió ayer en que el Rosell no corre peligro de cierre. «Hay tantas posibilidades de que eso ocurra como de que clausuremos el hospital de Cieza, es decir,ninguna», aseguró. Lo que sí afectará al funcionamiento del hospital cartagenero es la reordenación de los servicios sanitarios que afrontará la Administración regional en varias fases.
La primera serála puesta en marcha de un plan de cierre temporal de quirófanos, entre ellos los quirúrgicos, durante la temporada estival. «La actividad siempre disminuye en verano, por lo que no es razonable...
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