Marianela

Esas últimas palabras… Las últimas palabras antes de que, finalmente, no me atreviera a dirigirle la palabra.
Quizás no se diera cuenta, pero ese ‘nunca’ seguido de las otras palabras me provocó unmiedo tremendo, algo incontrolable. Mi corazón aumentó el ritmo. No podría contar las pulsaciones por minuto. Mi respiración, que hace segundos era lenta, ahora superaba el ritmo al que lo hacía undeportista que ha sobrepasado sus límites.
Notaba la sangre, rápida, empujando. Sentía que estallaría si me movía. Me quedé mirando- con las pupilas cubriendo completamente mi iris- la pantalla. Esemensaje, lo leí una, dos, tres veces… Me aseguré de que lo había entendido…
Cuando conseguí reaccionar, respondí con una rápida evasiva y me fui…
Sabía que algún día pasaría, pero no esperaba quefuera tan pronto.
Me puse en su lugar, para saber cómo reaccionaría si le desvelaba mi mayor secreto, pero fui tan idiota… No podía ocultarlo, y ella lo veía, poco a poco, por cómo me comportaba cuandohablábamos. Esos repentinos silencios cuando mencionaba el tema.
Y ahora, por cogerle tanto cariño, tengo que sufrir como nunca antes lo había hecho…
Y no es su culpa, es solo la mía por ser tanestúpido…
¿Qué puedo hacer? No tengo las cosas claras… Mi mente está en ruinas, no pienso con claridad…
Solo quiero ser insensible por un momento, dejar de sufrir por mi propia culpa.



Otra vez,una luz brillaba en un cuarto de aquella casa. Otra vez, el mismo chico permanecía despierto, a altas horas de la noche.
Habían pasado semanas, incluso meses desde ese día en el que se pasó una nocheentera sin poder conciliar el sueño. Ese primer día sin dormir.
Empezaron las clases, después de las vacaciones de Navidad. Para su familia, desgraciadamente, no habían sido felices. Aunque se loprometió, Brian no tuvo tiempo de buscar una razón lógica para su problema, y sin averiguar el problema no conseguiría hallar la solución.
Por fin, otra noche más con tiempo libre, decidió ponerse a...