Marianela
NARRADOR:-En la Soledad del campo pensaba y se decía mil cosas, sin sospechar que eranoraciones que mostraban los fragmentos de su tristeza
NELA:-No volveré más allá. Ya acabo todo paramí. ¿Ahora de que sirvo?
NARRADOR:-En su rudeza, pudo observar que el conflicto en que estaba su alma provenía deno poder aborrecer a nadie. La Nela veía que sus celos y despecho seconvertíangraciosamente en admiración y gratitud
NELA:- No vuelvo mas a Aldeacorba.. No consentiré que me vea. Huiré con Celipin o me iré conmi madre. Ahora ya no sirvo para nada.(Al anochecer marcho a su casa. Por elcamino encontró a Celipin con un palito en la mano y enla punto de esto la gorra)
CELIPIN:- Nelilla. Corcholis, me quede plasmado al verme reflejado en el Señor Teodoro. Verascomo en un futuro merespetaran como a él
.NARRADOR:-Tres días mas estuvo la Nela Fugitiva y vagando por los alrededores de las minas,siguiendo el curso del rio y por sus escabrosas riberas o internándose en elsosegadoapartamiento del bosque Saldeoro. Las noches pasaban entre las cestas, sin dormir. Una nochedijo tímidamente:
NELA:- Cuando Celipin?
CELIPIN:- Mañana
NARRADOR:- (Al día siguiente cada uno se levanto arealizar sus labores). Celipin a trabajar enlas minas y Nela a llevar un recado que le dio Señana para la criada del ingeniero. A l volver seencontró dentro a la señorita Florentina, quien laesperaba
FLORENTINA:- Nela querida Hermana. ¿Qué conducta es esa?. Porque no has visitado a Pablo?Mi primo desea verte... No sabes que ya se nos cumplió el milagro
NELA:- ¡Ya lo sé!
FLORENTINA:- Vámonosya. Estará dichoso de verte- (Nela se soltó de la mano de Florentina)-Te has olvidado de mi promesa sagrada?
FLORENTINA:- ¿Por qué no has vuelto a casa? ¿Que te impedía reclamar lo que Dios teharegalado? Porque callas? ¿Acaso no estas feliz como yo? ¿Que tienes? Me miras de un modoparticular Nela Porque tiembla tu mano ¿Acaso estas enferma? Pablo y yo te cuidaremosNela.. Ambos te queremos...
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