Mariano melgar
Nacido en Arequipa, tuvo que romper losmoldes de la educación clásica que recibió (Horacio, Virgilio) para encontrar en su voz un temblor romántico, estimulado por un amor imposible y unardor patriótico. Es un caso de poeta y mártir, pues murió fusilado por los españoles debido a sus actividades insurreccionales. Al juzgar su obra hayque tener en cuenta que es la de un hombre que murió a los 24 años. Aunque escribió poesía filosófica, cívica y epigramática (véase Epigrama), esrecordado sobre todo por su poesía amorosa, en la que destaca su Carta a Silvia (Ayacucho, 1827) y sus yaravíes (del quechua haraui, ‘canto’ o‘poesía’). Silvia fue el gran amor de su breve vida y la idealizó e inmortalizó en versos doloridos. El mérito de sus yaravíes es haber adaptado al lenguajelírico culto una forma popular mestiza, proveniente de fuentes indígenas y ya asimilada al folclore musical de Arequipa, donde había nacido.Traspasados de simple emoción y dulzura, los del autor suenan con un timbre de sinceridad: la de un joven que confiesa, entre púdico y arrebatado, suscuitas de amor. Su defecto es el limitado registro de esa voz: es una poesía de una sola nota y, siendo auténtica, tiende a resultar algo monótona.
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