Marillion En Vorterix

Nunca 15 años parecieron tanto tiempo para los que, como yo, esperábamos la posibilidad de volver a ver a Marillion en nuestro país en una especie de "revancha musical". Es que el corto show de 1997en el teatro Opera no había sido lo esperado, por la afonía y el malhumor evidente de Steve Hogarth (recuerdo que un sintetizador lo volvió loco esa noche y que debieron recortar la lista de temaspor el estado de su voz). Por eso en la lluviosa noche del martes 16 de octubre había mucha expectativa, más aún para los que pudimos escuchar su nuevo disco donde nuevamente se evidencia que"levantaron la puntería" compositiva. Y hubo además un factor extra que contribuyó, a mi entender, para que la ebullición fuera mayor aún: el Teatro Vorterix no tiene butacas, y eso significó no sólo lacercanía del público con el escenario sino además una evidente participación interactiva con el grupo. Por eso 10 minutos después de las 21 hs. mientras se aplaudía y vivaba por el grupo, al apagarse lasluces y comenzar la intro de Splintering Heart la comunión comenzó y fue definitiva. Fueron desde 2 horas de un show de una calidad interpretativa magnífica y con una caliente respuesta de la gente.Vi a un Hogarth ya claramente desprovisto de la "mochila" de ser "el sucesor de Fish" disfrutando de cantar canciones de aquella época como Slainte Mhath, y emocionando y emocionándose con la gentecantándole Kayleigh y Lavender (casi "obligada" la banda a tocar esta última por el griterío que la pedía). Súmenle el toque "argento" infaltable de acompañar tarareando todo el teatro el solo deRothery en Kayleigh e imagínense los gestos de aprobación y sorpresa de los músicos para así formarse una idea del clima que había. El show abarcó no sólo esos clásicos sino inmejorables versiones deesos temas que definen a Marillion como abanderado del género progresivo del que nunca renegó a pesar de buscar otros sonidos: me refiero claro está a King, Neverland y The Invisible Man (con todo el...