Mario benedetti
Mario Benedetti
1.
No sé por qué pero cuando los viejos fueron a despedirme a Carrasco, y sobre todo cuando iba camino del avión y miré hacia arriba y los vi juntos, y a la vez separados, levantando las manos para saludarme, la vieja arrimando los nudillos a los lentes por que seguramente habría aparecido algún lagrimón, y yo mismo carajo, refregándome un ojo con lamano que me quedaba libre, bueno cuando los vi allí, como la pareja inexplicable que siempre fueron, quizás mas unidos por mí, me vino de alguna parte un lejanísimo recuerdo, tan lejano que al principio creí que no era mío, pero si era, porque después, en el avión, ósea ahora, sentado en la fila nueve [donde esta la puerta de emergencia y hay más sitio para acomodar estas largas piernas que Dios meha dado] me pongo a completar el recuerdito, y lo voy apuntando con detalles, hasta que casi lo reconstruyo del todo, y decido empezar precisamente con él esta libreta de apuntes, que acaso nadie lea, o quizá sí. Y es de este modo: la familia estaba almorzando, es decir los mayores: mi viejo y mi vieja [que entonces era menos viejo] el abuelo y el tío, y quizá alguien más, y yo, que teníacuatro o cinco años, andaba en el triciclo recién estrenado, y me iba al jardín y entraba otra vez haciendo un ruido con la boca que creía igualito al del Ómnibus interdepartamental, y el viejo me hacia señas para que no armara tanto bochinche y yo no le hacía caso. Y de pronto vino y en medio de uno de mis mejores bocinazos me agarró de la oreja y vi hasta la constelación de Orión, aunque en eseentonces desconocía su nombre. Por aquellos tiempos no era vengativo. Tampoco ahora lo soy, pero vaya a saber por qué mecanismo emocional, o simplemente deportivo, dejé con toda frialdad el triciclo frente a la puerta arrime una silla, me senté junto a mi tío, y le zampé al viejo este inesperado testimonio "Anoche miré bajo la mesa, y vos y Clarita tenían las piernas juntas" Mamá abrió unos ojos deeste tamaño, no me lo olvido; el viejo apretó los labios y me miró con una terrible resignación. Casi como un anticristo que ordenara: "Impedid que los niños vengan a mí" o quizá sencillamente: "Botija podrido" lo cierto es que a partir de ese momento el viejo y la vieja pasaron como tres meses sin hablarse. Y mamá me sugería en voz alta "decíle a tu padre que te dé dinero para la leche." Y elviejo también tenía su iniciativa: "Decíle a tu madre que hoy no vendré a cenar." Por supuesto, Clarita no se apareció más por nuestro hogar dulce hogar y hoy me atrevo a creer que al viejo le gustaba mucho aquella gurisa [como diez anos menor que él y como cinco menor que mi mamá] delgada, rubia, de ojos verdolaga, con cara de sueño, no de pesadilla, y que tenía un modo tranquilo de mirar, y manosdelgadas y suaves, con unas venitas azules, casi imperceptibles que todo el mundo percibía, incluso un estúpido de cinco [o serían seis?] años como el suscrito. Por que en verdad se necesita ser estúpido para haberle arruinado la vida al pobre viejo con ese comentario jodido. Sobre todo por qué creo que a Clarita también le gustaba el viejo. Simplemente habrá tenido miedo de la presenciaacalambrante de mamá, que desde el pique le tomo cierta inquina. Yo no diría que eran celos de esposa desconfiada. Mas bien se trataba de un odio hecho y derecho, cultivado lentamente y palmo a palmo.
Cuando la azafata se acerca a ofrecerme la coca cola de rigor, estoy en pleno mea culpa. Nadie me quita el marote que con esa maldita intervención, lo siniestre para siempre al viejo. Porque ya entonces sellevaba muy mal con la vieja. Casi diría que no se llevaban. Nunca he visto dos tipos tan distintos y tan desechos el uno para el otro. el viejo siempre fue un sujeto sensible, cálido, demasiado tímido, para mi gusto, todo lo culto que puede ser un casi ingeniero [que no es lo mismo, pero siempre un poquito más que un ingeniero] Siempre a sido un buen lector, le gusta la pintura y la música, y por...
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