Marita Veron
"La Justicia no busca a Marita, la busco yo. Hicieron de todo para que me quedara callada, pero a mí me arrancaron a mi hija. ¿Cómo voy a quedarme callada?" La voz de Susana Trimarco rara vez se quiebra. Dice que ya no tiene miedo. Que quisieron atropellarla y que la amenazaron. Que le enviaron mensajes de texto diciéndole que con la plata queles daba Marita le pagarían a la Justicia y que el juicio oral nunca llegaría. Pero llegó. El miércoles, 13 personas se sentarán frente a los jueces y escucharán por qué los acusan de haber secuestrado a María de los Ángeles Verón para obligarla a prostituirse.
Pasaron casi 10 años desde aquel 3 de abril de 2002 en el que Marita salió de la casa de su madre, en barrio El Bosque, hacia laMaternidad. Nunca volvió. Desde entonces Trimarco recorrió hospitales, comisarías y prostíbulos. Golpeó puertas de funcionarios y magistrados. Llevó su caso a los medios nacionales y hasta la llamaron de Estados Unidos. Buscando a su hija, liberó a otras mujeres víctimas de la explotación sexual, y se convirtió en referente de la lucha contra la trata de personas.
"Quiero pararme ahí, y decir todo loque tengo para decir. Voy a contar todo lo que descubrí durante 10 años, todo lo que esos delincuentes me hicieron", dijo Trimarco. La madre de Marita recibió a LA GACETA en el living de su casa. Comentó que tiene fe en la Justicia, y que se siente acompañada por muchas personas y organizaciones. "Lo hacen por compromiso, porque quieren que Argentina cambie. Lo mío es distinto, a mí me arrancaronuna hija. Pero logramos que se hable del tema. Estábamos solas, pero ahora no. Me he ganado el respeto. Ya no me insultan como antes, cuando me decían que yo era prostituta o que mi hija era prostituta", explicó.
El 3 de abril
Marita había estado el día anterior en la Maternidad. La joven, que tenía 23 años en ese entonces, quería colocarse un diú, y fue por recomendación de una vecina aver a un empleado del hospital. "Iba a poner un negocio en su casa. Por eso también pasó por un jardín de infantes para Micaela, que tenía tres años en ese momento", contó Trimarco.
La joven fue citada para el día siguiente -a las 9.30- para que le dieran el turno para los estudios. "Nos sorprendió a las dos que no le hayan dado turno en ese momento, y que le pedían que lleve el documento",relató Trimarco. La mañana del 3 Marita salió de su casa con $ 5 en el bolsillo, zapatillas, un jean y una remera turquesa que era de su madre.
"Me fui al centro porque tenía que hacer unas diligencias. De pronto sentí algo horrible, una angustia, como una cosa fea en el pecho. Pienso que en ese momento la secuestraron. Cuando Marita no volvía a casa salimos con mi marido (Daniel Verón) a buscarla.Eran como las 14. Revisé todos los consultorios de la Maternidad, le pregunté a todo el mundo. Pero nadie la había visto. Fuimos a todos los hospitales, y nada. En la comisaría no quisieron tomar la denuncia", contó. En la Policía les decían que seguramente se había ido con el novio o con las amigas. "Eso sigue pasando con las chicas que desaparecen hoy", agregó Trimarco.
Al tercer día de ladesaparición de Marita, una vecina llegó corriendo. Había recibido un llamado anónimo, de una persona que decía haber visto cómo secuestraban a Marita en un Fiat Duna rojo, con calcomanías de cinco estrellas en la luneta y el parabrisas. "Ahí caí en la cuenta de que la secuestraron. Empecé a preguntarme por qué alguien secuestraría a mi hija. Desde ese día empecé a denunciar a la remisería ?CincoEstrellas? y a los atorrantes de los Ale", describió Trimarco.
Unos días más tarde llegó el primer testimonio del móvil del secuestro. Daniel Verón llegó junto a un amigo al parque 9 de Julio y les mostró a las prostitutas la foto de Marita. Todos la conocían por los medios de prensa. Pero una de ellas les habló por lo bajo. "Yo sé lo que pasó, pero vuelvan más tarde en otro auto", les dijo....
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