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En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social.
Con los padres y hermanos, con la persona amada, el amigo, el maestro y el médico, elindividuo experimenta el influjo de una persona única o un número pequeño de ellas, cada una de las cuales ha adquirido una enorme importancia para él.
Le Bon y su descripción del alma de las masas: “He aquí el rasgo más notable de una masa psicológica: el mero hecho de hallarse trasformados en una masa los dota de una especia de alma colectiva en virtud de la cual sienten, piensan y actúan de maneraenteramente distinta de como sentiría, pensaría y actuara cada uno de ellos en forma aislada. Hay ideas y sentimientos que sólo emergen y se convierten en actos en los individuos ligados en masas. La masa sicológica es un ente provisional que consta de elementos heterogéneos; Si los individuos dentro de la masa están ligados en una unidad, tiene que haber algo que los una, y este medio de uniónpodría ser justamente lo característico de la masa.
Nuestros actos conscientes derivan de un sustrato inconsciente creado en lo fundamental por influencias hereditarias. Este sustrato incluye las innumerables huellas ancestrales que constituyen el alma de la raza. Tras las causas confesadas de nuestros actos están sin duda las causas secretas que no confesamos, pero tras estas hay todavía muchasotras más secretas que ni conocemos. La mayoría de nuestras acciones cotidianas son efecto de motivos ocultos, que escapan a nuestro conocimiento.
La masa es impulsiva, voluble y excitable. Es guiada casi con exclusividad por lo inconsciente. Los impulsos a que obedecen pueden ser, según las circunstancias, nobles o crueles, heroicos o cobardes; pero, en cualquier caso, son tan imprecisos quenunca se impone lo personal, ni siquiera el interés de la auto conservación. No soporta dilación entre su apetito y la realización de lo apetecido. Abriga un sentimiento de omnipotencia; el concepto de lo imposible desaparece para el individuo inmerso en la masa.
La masa es extraordinariamente influible y crédula. Los sentimientos de la masa son siempre muy simples y exaltados. Por eso no conocela duda ni la certeza. La masa sólo es excitada por estímulos desmedidos. Quien quiera influirla no necesita presentarle argumentos lógicos; tiene que pintarle las imágenes más vivas, exagerar y repetir siempre lo mismo.
Para juzgar correctamente la moralidad de las masas es preciso tener en cuenta que al reunirse los individuos de la masa desaparecen todas las inhibiciones y son llamados auna libre satisfacción pulsional todos los instintos crueles, brutales, destructivos, que dormitan en el individuo. Pero, bajo el influjo de la sugestión, las masas son capaces también de elevadas muestras de abnegación, desinterés, consagración a un ideal. Además la masa está sujeta al poder verdaderamente mágico de las palabras, estas provocan las más temibles tormentas en el alma de las masas, ypueden también apaciguarla.
Hemos partido del hecho básico de que en una masa el individuo experimenta una alteración a menudo profunda de su actividad anímica. Su afectividad se acrecienta extraordinariamente, su rendimiento intelectual sufre una notable merma.
En el marco de este enamoramiento, llama la atención el hecho de que el objeto amado goza de cierta exención de la crítica, suscualidades son mucho más que estimadas que en las personas a quienes no se ama o que en ese mismo objeto en la época en que no era amado. El afán que aquí falsea al juicio es el de la idealización. Se ama en virtud de perfecciones a que se ha aspirado para el yo propio y que ahora a uno le gustaría procurarse, para satisfacer su narcisismo. El yo resigna cada vez más todo reclamo, se vuelve más...
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