Marta

Hoy Marta se ha despertado con una sonrisa en el rostro porque está loca, sí, está loca y a ella no le preocupa eso; para ella, vivir en su completa pérdida de la razón, es un motivo para estar feliz.

Tal vez porque no hace parte de ese mundo tan loco como ella misma, está loca pero es feliz, de calle en calle, siempre con su fiel amigo a un lado, a veces ella no se llama Marta, se llamaVictoria, María y hasta Teresa. Marta está feliz, porque esta locura hace de ella que no tenga las preocupaciones de una persona normal, la misma rutina de siempre, plata para esto, plata para aquello, la única preocupación que tiene ella, es que nunca pierda la felicidad inmensa que siente.

Muchas veces todas quisiéramos tener un poco de esa locura de Marta, ¡Cuantas veces no hemos querido salirhuyendo de nuestros problemas, viajar a otro lugar, empezar de nuevo, ser alguien diferente, pero regresamos a esta cruel realidad de todos, donde sabemos que siempre vamos a tener un pasado, del cual todos hacen parte, y que cada error o cada pecado que hemos cometido nos persigue hasta nuestros últimos días, porque todos somos excelentes para juzgar a los demás, pero nunca a nosotros mismos!.Aunque no se sabe quién es más loco, si nosotros o la misma Marta, tantas cosas que vemos hoy en día, no nos damos cuenta de todo lo que tenemos; lo que un día Dios nos entregó y lo que ha llegado a convertirse en nuestras manos, quizá es una prueba para que al fin y al cabo nos demos cuenta que siempre actuamos de forma ignorante y todo lo destruimos, todos actuamos como unos mismos locos, poreso tanta locura es motivo de felicidad para Marta, aunque ella no lo sabe, pues ni tiene claro muy bien que es la felicidad, está loca al fin y al cabo.

Y aunque para muchos lo único que importa es todo lo que hemos conseguido materialmente, nadie se fija en toda la riqueza que lleva en su interior, todas las valiosas personas que tenemos o tuvimos un día a nuestro alrededor, porque a vecesuna sonrisa, un te quiero, una ayuda, un consejo, un momento vivido es un tesoro invaluable, el único valor que tenemos es el que nosotros mismos nos damos, según nuestros actos, y es por eso mismo que Marta es feliz, porque siempre había estado tan agobiada por todas sus preocupaciones que el día de hoy está en un estado de tranquilidad, en vida esta descansado de todo sus problemas.

Martahabía sido una mujer normal, con los problemas de una persona con sus cinco sentidos, ya tanta rutina la estaba llevando a perderlos un poco, no tenía el mismo valor una caricia de su esposo, ya no visitaba a su madre muerta en el cementerio, ya no hacia las cosas con tanto amor; pero ¿de dónde amor? si ya no lo recibía. Marta tenía una preocupación más; su esposo cometió algunos errores financierosy terminó en una deuda muy grande; era de aquellos hombres que les gustaba aparentar mucho, que sólo se fijaba en todo lo material que tenían, pero en el fondo era una persona noble de buen corazón. Ella siempre recordaba el compromiso que tenía con él, su amor infinito, por todo lo que habían vivido juntos la obligaba a compartir el peso de sus obligaciones, hombro a hombro, juntos, como siemprelo habían estado, desde aquel amor de colegio, un amor puro, sagrado, un amor de niños, que no conocía la malicia, ese amor de un primer beso, que luego se separan y como cosas de Dios al fin y al cabo, terminan juntos, casados, pero casados por la iglesia, como Dios manda.

Un día normal, como esos de los que pensamos que van a ser iguales a los otros, pero que por alguna casualidad de lavida nos terminan pasando cosas que le dan nuevo rumbo a nuestros mundos; tal era este caso, Marta se levantó temprano como era costumbre, desde hacía poco tenía un problema en la columna que no la dejaba moverse muy bien; ya llegaban los cincuenta y con ellos sus achaques, despertó a su marido y como era hábito suyo se quedaba hasta tarde en cama, dejo el desayuno en la cocina, él no trabajaba...