Marti
El Héroe Nacional de Cuba resumió y representó como nadie la herencia patriótica de sus antecesores y fue al mismo tiempo generador de nuevos y altos escalones en elproceso de consolidación de la nación cubana. Su pensamiento y acción saltaron las fronteras de su tierra natal para expresar con entusiasmo y convicción sin par, los profundo y caros anhelos de la gran patria latinoamericana.
Él está presente en nuestras luchas y esfuerzos, en los logros y en el quehacer cotidiano por hacer avanzar la revolución. Sus ideas tienen tal fuerza y proyección queanimaron a los hombres del Mondada, del Granma, la Sierra Maestra y la clandestinidad, hoy se haya a cada paso en la obra revolucionaria en la sonrisa de un niño, la mirada de un joven o el rostro de un anciano y hasta en el resplandecer de un recluso.
La más desgarradora experiencia sufrida, en carne propia, por el adolescente José Martí lo fue primero su encarcelamiento, el juicio que se le siguióposteriormente y su condena a seis años de presidio, con trabajos forzados, en las antiguas canteras de San Lázaro. Sólo cumplió seis meses de condena porque sus padres movieron cielo y tierra para obtener su libertad, y también el permiso para que continuara estudios en la península a donde sería desterrado.
José Martí, ingresó al presidio político con 17 años de edad, correspondiéndole elnúmero 113 de la primera brigada de blancos. Allí padecería de por vida las lesiones que le causó la cadena y el grillete, sobre su carne lacerada, por lo que se vería obligado a someterse a varias operaciones que le cambiarían para siempre. No sólo las vivencias personales, el trabajo cortando piedra con el pico, bajo el sol, las heridas cubiertas con sal, el hambre y las llagas purulentas marcaron sucuerpo, sino que se grabaron para siempre en su alma, sobre todo, el padecimiento de quienes fueron sus compañeros de angustias y miserias, niños, ancianos, enfermos mentales, blancos y negros, en la experiencia más cruel que padeció nunca y de la que salió increíblemente fortalecido como hombre y también como revolucionario. Del dolor se abren dos senderos siempre, de un lado está el odio, eldeseo de venganza, la ira y la cólera, los rencores y los resentimientos que como un veneno corren por la sangre. Mas también hay otro camino donde el espíritu se crece, fortalecido por el amor, -que incluye el perdón, más no el olvido- y que exige cambios raigales que cambien, para siempre, condiciones semejantes.
Si cuando en octubre de 1870 José Martí, adolescente aún, ingresó al presidio conideas separatistas, deseoso de sumarse a las fuerzas del entonces joven Ejército Libertador para alcanzar la independencia de su patria, cuando salió de tal infierno, y luego partió hacia España, en su primer destierro, en enero de 1871, unos días antes de cumplir los 18 años de edad, aquel era un hombre, tempranamente adulto. Sería, entonces en Madrid, la capital de la Corona, donde publicaría enfolleto que, bajo el título de El presidio político en Cuba narra no sólo sus vicisitudes personales, lo que sería entendible desde la óptica de un testimoniante, sino la denuncia viril de la barbarie del colonialismo hispano en América, que él había conocido desde la propia experiencia vital.
En el verano del año 1871 aparece su opúsculo "El Presidio Político en Cuba", en el cual denuncia lasinhumanas condiciones y el tratamiento brutal que padecían los presos en la Isla. Este folleto es un grito de dolor, pero no del que sufriera en carne propia, sino del de los demás encarcelados. Una vez más refleja Martí su amor por al prójimo, y se proclama nuevamente a su favor: ..."más de un año ha pasado: sucesos nuevos han llenado mi imaginación: mi vida azarosa de hoy ha debido hacerme...
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