Martin Buber
El mandamiento del oráculo deDelfos: “Conócete a ti mismo” no parece que, hasta estos últimos tiempos, hubiera incluido el de responder mediante libros a lo que programáticamente exigía: saber qué es el hombre. No hay duda de que loshombres de todas las épocas se han esforzado más o menos en conocerse, por la cuenta o las cuentas que les traía y nos trae. Pero una cosa es responder de algún modo a la cuestión de conocerse a símismo, y hacerlo con psicología, sociología pedagogía…, y otra muy diversa, y propiamente, filosófica realizar el progra délfico respondiendo precisa y escuetamente a la cuestión de “qué es el hombre”.Esto pertenece a la antropología, que sólo en nuestros días, y probablemente desde Heidegger, ha comenzado a cultivarse como disciplina filosófica fundamental, como fundamento nada menos que de lametafísica; así Heidegger en “Kant y el Problema de la Metafísica”.
Martín Buber se ha sentido también con la obligación de conocerse y dar a conocer lo que del hombre conoce mediante la preguntaperentoria y filosófica de “qué es el hombre”, aparte de las muchas cosas para que sirve, de las muchas para que lo hacen servir, no todas humanas, no todas igualmente dignas.
Comienza Buber porrepasar cuidadosamente las respuestas que esparcidas en obras diversas se hallan a lo largo de la historia del pensamiento occidental. Las etapas de diversos tipos de respuestas van desde Aristóteles, porel cristianismo, hasta Kant; la respuesta de Kant, en relación, sobre todo, al planteamiento pascaliano; las soluciones de Hegel y Marx; las ideas de Feuerbach y Nietzsche. El punto general de enfoquees heideggeriano: hombre, mundo, soledad. Por eso tiene que dedicar largas páginas, en la segunda parte, en que se trata particularmente de los “intentos de nuestra época”, a la interpretación...
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