Martin lutero

CONTROVERSIA SOBRE EL VALOR DE LAS INDULGENCIAS

El nacimiento de este escrito fue motivado por el abuso en la aplicación de las indulgencias. Roma concedió al Arzobispo de Magdeburgo y administrador de Halberstadt, Alberto de Brandeburgo, la facultad para que se predicase la indulgencia en sus amplios territorios, cometiéndose verdaderos abusos. Contra estas exageraciones se revelóLutero. Se trata de un escrito privado y destinado originariamente a su ordinario (prelado de Brandeburgo) y al comisario y responsable de la campaña (Alberto de Maguncia).

Las 95 tesis son un amasijo de intuiciones teológicas, de imprecisiones dogmáticas, de quejas fundadas y de rumores falsos, recogidos inorgánicamente, con cierta timidez y muchas reticencias. Destaca la insistencia en elvalor de la cruz (Por ejemplo Tesis 68, 79, 93 y 94), de la penitencia interior (Por ejemplo Tesis 1, 2, 4) y de la palabra (Por ejemplo Tesis 53,54 y 62), expuestas a ser enterradas bajo las confusas y manipuladas indulgencias, con menosprecio de la caridad (Por ejemplo Tesis 41, 42 y 43).

CONTROVERSIA DE HEIDELBERG.

Es una disputa que tuvo lugar públicamente en Heidelberg, ante una nutridaconcurrencia de agustinos, teólogos y estudiantes. El superior de este territorio le encargó a Lutero la defensa de las tesis. La estructura aparentemente desconcertante del escrito encubre ideas que serán el soporte de la teología de Lutero.

La gran novedad radica en el esbozo de su «teología de la cruz». Dios se revela en lo contrario que nosotros esperaríamos encontrarle (Revelatiosub contrario): en el Cristo crucificado, en el fracaso de la cruz. La lógica de la cruz no es nuestra lógica, brota una lógica nueva, una nueva razón. Es cierto que se necesita que el hombre desespere totalmente de sí mismo para prepararse a recibir la gracia de Cristo, convenciéndose de que él no es nada y que las obras no son precisamente suyas sino de Dios. El teólogo de la gloria llama al malbien y al bien mal; el teólogo de la cruz llama a las cosas como son en realidad. Al ignorar a Cristo, ignora al Dios que está escondido en sus sufrimientos. Prefiere así las obras a los sufrimientos, la gloria a la cruz, la sabiduría a la locura, y en general el bien al mal. No se puede encontrar a Dios sino en el sufrimiento y en la cruz. He aquí el amor de la cruz, nacido de la cruz, que no sefija allá donde encuentra el bien del que gozar, sino donde pueda conferir el bien al miserable y al indigente.

En la Sola fides, muestra su certeza absoluta de que la propia salvación eterna es pura gracia, a través de la sola fe. Es gracia, no es conocimiento. Quien me salva es Dios gratuitamente, no por mis méritos. La ley de Dios es incapaz de conducir al hombre a la justicia: más bienconstituye un estorbo. Mucho menos aún pueden ayudar las obras de los hombres, repetidas frecuentemente con el socorro de la inspiración natural. Sin la gracia, el libre albedrío no puede sino pecar. La justicia no se adquiere a base de la repetición de actos, sino que se infunde por la fe, “El justo vive por la fe”. La fe y la gracia se infunden en nosotros sin obra por nuestra parte; una vezinfundida la fe y la gracia es cuando se siguen las obras.

1 - … en realidad son muy poca cosa comparando con la gracia de Dios y con la piedad de la Cruz. Es una blasfemia afirmar que la cruz erecta con la insignia de las armas pontificias equivale a la cruz de Cristo. ¡Bienvenidos todos los profetas que predican al pueblo de Cristo “cruz, cruz” puesto que ya no es tal cruz! Hay que exhortar alos cristianos a que traten de seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infiernos.
2- Cuando nuestro señor y maestro Jesucristo dijo “haced penitencia”, etc., quiso que toda la vida de los fieles fuese penitencia. Esta palabra no puede entenderse como referida a la penitencia sacramental. La pena permanece mientras dura el aborrecimiento propio (en esto consiste la verdadera...