Martina
Un día, la nena se equivocó de puerta, y en vez de ir a la habitación salióa la calle.
Enseguida se perdió y no pudo volver a su casa. Martina se puso a llorar. Una señora le preguntó: ¿cómo te llamas?.
- Martina.- ¿Martina qué?- No sé – dijo Martina.
Un señor lepreguntó:- ¿Dónde vivís?- En mi casa – dijo la nena.
- ¿Y dónde queda tu casa?- No sé – dijo Martina llorando.
- ¿Sabés cuál es tu número de teléfono?- Empieza con un número con una pancita así. Siguecon otro que tiene unos palitos. En el medio hay un número flaco y otro gordito. Y al final también.
- Con eso no nos alcanza para llamar a tus papás – dijo la señora.
Se juntaron varios señores yninguno la podía ayudar.
- Llévenme a lo de mi abuela – pidió Martina.- ¿En qué calle vive? – preguntaron los señores. Pero Martina no sabía. No sabía ningún nombre de calle, ni ningún número de casa.Ni donde vivían los tíos, ni los primos, ni los abuelos, ni siquiera los amigos del jardín de infantes.
- Pero sé donde vive manuel – dijo Martina.- Qué bien – dijo una señora. – ¿Dónde vive?- En micasa conmigo – contestó Martina -. Es mi hermano.
- ¡Pero! – dijo una señora. – Con eso no hacemos nada.
- También sé donde vive la tía de un compañerito del jardín.- ¿Dónde?- En Japón. Porque sufamilia es toda japonesa.
Entonces a una señora se le ocurrió preguntar:- ¿Dijiste que vas a un jardín de infantes?- Sí, un jardín donde van Berberecho, Pifucio, Plomín y otros chicos.
- Y cómo sellama el jardín? – Preguntó alguien.- “hormiguitas” – contestó Martina.- Yo lo conozco – dijo un señor – Queda por allá.
Y allá se fueron al jardín, un señor, dos señoras, y la nena perdida.
Cuando...
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