Maru
Esos planteamientos coincidían en sustancia con la concepción general de la Biblioteca Clásica, cuyas normas de anotación —en dos estratos: a pie de página y en sección aparte— atienden señaladamente a hacer posible que cada uno de los distintos tipos de usuarios aproveche de acuerdo con sus conveniencias peculiares las ediciones en ella publicadas. De ahí que el Quijote del InstitutoCervantes se incorpore a la presente colección y que Editorial Crítica, amén de asumir el compromiso de mantenerlo al día en futuras ediciones, lo haya acrecentado con materiales no previstos en el plan inicial, y singularmente con la versión del texto en cederrón y acompañada de un sistema de búsqueda y análisis que la convierte en el más completo vocabulario, concordancia y registro lingüísticode la obra maestra de las letras españolas.
En el apartado correspondiente, después del Prólogo, se hallará una exposición más detenida de algunos de los criterios y modos de proceder que han gobernado el conjunto de la edición. Pero antes de llegar ahí es obligado hacer todavía un par de advertencias sobre otros rasgos esenciales de nuestro trabajo.
Es obvio, en primer lugar, que unQuijote de dimensiones manuales nunca podrá aspirar ni remotamente a ningún género de exhaustividad. Como se imponía, pues, señalar un objetivo principal al del Instituto Cervantes, se acordó que el grueso de las notas y otros complementos, concentrándose en el plano en que asimismo convergen los múltiples destinatarios del proyecto, tuviera un carácter más informativo que interpretativo y, por ahí,mirara primordialmente a la elucidación del sentido literal. (A nuestro propósito, bastará caracterizarlo, con Marcel Bataillon, y «par opposition à d’autres sens non-littéraux», como el núcleo semántico que respetan o deben respetar incluso las exégesis críticas diametralmente opuestas.) Por tanto, la parte fundamental de la anotación, al igual que en otra manera el Prólogo, los apéndices o lasilustraciones gráficas, pretende antes de nada resolver los interrogantes que hoy suscitan muchos de los usos léxicos y gramaticales, referencias a cosas y personas, sucesos y costumbres, temas y alusiones de diversa índole, refranes, sentencias... que se encuentran en la novela, brindando al lector los datos imprescindibles para una correcta comprensión del texto en el contexto del autor y de sutiempo.
Sin embargo, el hincapié en el sentido literal no implicaba cerrar el paso a las interpretaciones literarias con categoría de clásicas o más estimadas en los últimos tiempos. La ocasión de darles entrada ha venido de la mano de otro de los designios centrales del Instituto Cervantes al fraguar el Quijote que ahora ve la luz: allegar una válida muestra de la situación actual de los estudioscervantinos acogiendo las contribuciones de un buen número de los más prestigiosos representantes del hispanismo internacional.
Para alcanzar ese doble objetivo, un equipo de redacción formado por miembros de número y asociados del Centro para la Edición de los Clásicos Españoles se ha ocupado en el establecimiento del texto y del aparato crítico, en la elaboración de las notas a pie de...
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