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El humanismo de Marx desde la perspectiva de José Martí

El humanismo de Marx
desde la perspectiva
de José Martí
Luis Alvarenga*

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La muerte del autor de El capital no pudo
pasar desapercibida a los ojos de José Martí,
quien dio cuenta de los grandes sucesos de
su tiempo, tanto desde la mirada del cronista
como desde la del pensador. En su texto periodístico “Karl Marx hamuerto”, publicado en
el periódico bonaerense La Nación, los días 13
y 16 de mayo de 1883, da cuenta de la ceremonia luctuosa que tuvo lugar en Nueva York
por parte de miembros de la I Internacional.
Este breve pero elocuente texto, pues aúna
la agilidad de la crónica con apreciaciones
sumamente agudas sobre el pensador alemán,
ha sido interpretado maliciosamente como
una muestra del repudio deMartí a las ideas
socialistas. Se puede llegar a esta conclusión
tomando aisladamente ciertas afirmaciones
que hace el poeta cubano en el texto, las cuales
conviene matizar con las posiciones que toma
Martí acerca del problema de la liberación de
nuestros pueblos. Un Martí descontextualizado
puede pasar perfectamente por un “liberal” potable para los intereses capitalistas y hasta por
unrabioso anticomunista, o cuando menos, un
moralista inofensivo para estos intereses.
En este trabajo se intentará mostrar cómo
es posible encontrar coincidencias importantes
en el pensamiento martiano con el humanismo de Marx. De hecho, es posible releer el
humanismo marxiano desde las coordenadas
martianas.
1. “Karl Marx ha muerto”
Conocer diversas literaturas es el medio mejor
de libertarsede la tiranía de algunas de ellas;
así como no hay manera de salvarse del riesgo

*

Catedrático del Departamento de Filosofía, UCA. Correo electrónico: alvarenga.luis@gmail.com.

eca

Estudios Centroamericanos

Volumen 62 Número 707

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El humanismo de Marx desde la perspectiva de José Martí

de obedecer ciegamente a un sistema filosófico,
sino nutrirse de todos, y ver cómoen todos
palpita un mismo espíritu, sujeto a semejantes
accidentes, cualesquiera que sean las formas
de que la imaginación humana, vehemente o
menguada, según los climas, haya revestido esa
fe en lo inmenso y esa ansia de salir de sí, y
esa noble inconformidad con ser lo que es, que
generan todas las escuelas filosóficas.
José Martí, “Oscar Wilde”.

Leer la crónica sobre la muerte deMarx advierte un sentimiento de admiración del poeta
cubano hacia la obra del autor de El capital.
Un sentimiento de admiración que no se deja
apabullar para caer en el dogma. Tan pronto
como afirma: “Ved esta sala, Karl Marx ha
muerto. Como se puso del lado de los débiles,
merece honor”1, para luego sentenciar: “Pero
no hace bien el que señala el daño y arde en
ansias generosas de ponerleremedio, sino el
que enseña remedio blando al daño”2. Ponerse
del lado de los débiles, esto es, echar la propia
suerte con los pobres de la tierra, es motivo de
admiración para Martí. Las diferencias afloran
sobre cómo luchar contra el orden de cosas
injusto que requiere para subsistir que haya
hombres y mujeres débiles.
Sin duda, el enfoque de Marx sobre la
violencia es lo que provocó lareticencia de
Martí, quien añade: “Espanta la tarea de echar
a los hombres sobre los hombres”3, en alusión
al concepto marxiano de “la violencia como
partera de historia”. Y sin embargo, admite
que hay razones que hacen que los pueblos
se desesperen y confíen en la violencia como
remedio a sus males: “Indigna el forzoso
abest[i]amiento de unos hombres en provecho
de otros. Mas se ha dehallar salida a la indignación, de modo que la bestia cese, sin que
se desborde y espante”4. Martí en momento
alguno afirma que la liberación que él sueña
para los países latinoamericanos llegue como

producto de una graciosa concesión de sus
opresores. Lo que advierte es que si esta liberación habrá de darse por la fuerza, también
hay que evitar que esta fuerza pervierta los
procesos y...