Mas que un ritmo una realidad
En los tiempos del cine silente (cuando un pianista, a oscuras, matizaba con mayor o menor intensidad lo que ocurría enla pantalla) la música se ha incorporado a la cinematografía como un personaje Acoplar la música a las imágenes requiere una capacidad muy especial por parte del creador parainteriorizar las emociones que el realizador pretende provocar en determinados momentos del argumento cinematográfico.
La banda sonora de un filme tiene que reforzar, consus efectos, las intenciones de cada secuencia, sea con orquestaciones con ritmos diferentes o incluso con el recurso de los silencios. Esa es la clave para que la simbiosis seaeficaz.
Un realizador puede recurrir a música no concebida originalmente para una obra cinematográfica, o solicitarla por encargo. En este último caso el compositor ha detrabajar en estrecha comunión con el director, para explorar en cada momento del guión y hallar así la fórmula que permita conjugar armoniosamente
hay una serie decompositores que se han vinculado al cine, sea al de ficción o al documental. Son músicos valiosos y versátiles, intuitivos y sensibles, capaces de conseguir una especialización en eseámbito. Sobre ellos recae la responsabilidad de que la relación cine-música fluya sin tropiezos, las imágenes sean más convincentes y se refuerce la ilusión de realidadplanteada por el argumento.
La música es un ingrediente indispensable en el cine, y los Festivales de La Habana han dedicado buena parte de su programación en estos 20 años, adestacar cuánto aportan al séptimo arte tantas partituras o intérpretes inolvidables. Por apenas citar dos casos recordemos cómo hace 6 años, la Orquesta Sinfónica Nacional.
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