Masoneria

Bajamos la escalera de la calle 25 donde estaba el metro,que nos llevaria al departamento de Agnes.
Poco antes de llegar a la calle 89, la luz del vagon se fundio, tu mirada apanicada volteo haciami. Cuando la luz regreso, tus manos sobre las mias reflejaban el miedo intenso que tenias a la ciudad. Llegamos a la ultima estacion donde bajamos, el frio , como acordes se deslizaron por nuestrocuerpo, un intenso juego de violines, nos enchino la piel, un abrazo calido, fue el desenlace de la partitura.
El barrio ,era peligroso, y a esashoras de la noche, la gente de ahí apenas ibantomando vapor para salir a emborracharse y muchas jovencitas a trabajar. Los callejones eataban muy oscuros, en lo mas profundo habitaban los vagabundos que prendian fogatas, pues, solo asi resistian elinsolonte viento que se colaba por sus huesos. Caminamos unas cuadras hasta llegar al parque, nos detuvimos unos mintutos ahí ya que estaba alado del departamento . Todo cubierto de nieve, algunoscolumpios rotos, en medio de la nada crecia un Olmo de Siberia, hermoso, y magico, aun en invierno no perdia su verdor. Decia la leyenda que tenia hechizo ,en realidad, todo venia de sus raiz. Hace mucho,vivia una senora ya grande enfrente del parque ,amaba las plantas y las flores, era su vida. Todas las mananas las regaba, y les cantaba, y por las noches se sentaba a leer en el pasto, contándolesalguna historia. Cuando murio sus hijos la enterraron en el aprque y encima le plantaron el Olmo.Desde entonces, crecio fuerte y hermoso, ella había rencarnado dentro del arbo. Desde entonces es ellaquien lo mantiene asi , de sus hojas brota una miel, que sirve para todas las curaciones, te quedaste sorprendido, solo sonreiste,solocaste tu bufanda sobre mis hombros, el viento era cada vez masviolento.Cruzamos la calle y antes de tocar la puerta me pregunaste si yo vivia por aquí, te dije que si ,a unas cuantas cuadras . A la puerta nos recibio Agnes con un calido abrazo.
Su departamento...