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La estabilidad de la trabajadora embarazada a la luz del paradigma de los derechos fundamentales.

Por JuanIgnacio Orsini.



1. Principio de estabilidad en el empleo.
Dentro del elenco de los principios generales del Derecho del Trabajo, que llevaron a esta disciplina a independizarse definitivamente del tronco común del derecho privado, convirtiéndose en una rama jurídica autónoma, asume una entidad central el principio de estabilidad en el empleo.
Este principio tiene como función primordialasegurar la subsistencia material del trabajador a lo largo de su vida profesional a través de dos mecanismos que limitan la autonomía de la voluntad, sustrayendo al empleador (quien, en caso contrario, podría imponer unilateralmente la suya, aprovechando la situación de poder en la que se encuentra en el marco de la relación asimétrica) la posibilidad de disponer a su arbitrio tanto la duración delcontrato de trabajo (estableciendo como regla los contratos de duración indeterminada, que solo podrá excepcionarse cuando motivos objetivos justifiquen un contrato de plazo determinado) cuanto la de su vigencia (disponiendo que el vínculo solo puede extinguirse por causas justificadas, impidiendo que el patrón le ponga fin de manera intempestiva e injustificada).
De esta forma, con el objetivode eliminar las consecuencias que había generado la libre apropiación del trabajo, no regulada por el Estado, en los inicios del capitalismo, mediante el principio de estabilidad el Derecho del Trabajo limita fuertemente la libertad contractual del empleador, imponiéndole el deber de demostrar una justa causa tanto para contratar a plazo (asegurando al trabajador -ex ante, al imponer la tipologíacontractual- la continuidad en el tiempo del empleo, y con él, la del salario alimentario) como para extinguir el contrato (garantizando al operario -ex post, una vez iniciado el vínculo- que no será despedido mientras no se compruebe un motivo objetivo a él imputable que legitime su expulsión del empleo). En otras palabras: consolidada la estabilidad en el empleo como principio, no es posible unsistema de Derecho del Trabajo que permita la libre contratación temporal descausalizada ni el despido libre.
Como norma que supone un mandato de optimización, el principio de estabilidad exige alcanzar esos objetivos en la mayor medida de lo posible, de modo tal que, para garantizar la faceta-continuidad de la estabilidad, las reglas de derecho positivo deberían establecer que todo contrato detrabajo celebrado a plazo cuando no existen razones objetivas (vinculadas a la naturaleza de la actividad para la que se contrata al trabajador) que lo justifiquen debe declararse nulo, ordenándose su conversión legal en un contrato de tiempo indeterminado. Mientras que, aplicando la misma lógica de razonamiento, para asegurar la faceta-seguridad de la estabilidad, esas mismas leyes deberíanprescribir que todo despido dispuesto por el empleador cuando no existen causas justificadas (vinculadas a la conducta del trabajador, o a otras objetivas razones excepcionales no imputables a él) debería ser igualmente privado de eficacia extintiva, ordenándose la reinstalación en el empleo del trabajador que fue despedido de manera injustificada.
Sin embargo, como es de sobra conocido, la relaciónentre esos dos tipos de normas (los principios y las reglas positivas) no es siempre lineal, sino muchas veces contradictoria, al punto tal que pueden verificarse situaciones de concurrencia conflictiva que deben ser solucionadas por los intérpretes del derecho.
Con todo, es evidente que un sistema normativo solo puede garantizar de manera efectiva la estabilidad en el empleo cuando no sólo...