matamorfosis del cambio educativo

Rodríguez Romero, Ma. Mar. Las metamorfosis del cambio educativo. Ediciones Akal, España, 2003. Cap. 2, páginas 49-77.

2. Las peripecias del cambio educativo.

Aparte de las circunstancias externas, revisadas brevemente en el capítulo primero, hay otras circunstancias, esta vez internas, que son también responsa¬bles del estado de inestabilidad que atraviesa el cambio educativo. Y es que sutrayectoria no está precisamente jalonada de éxitos. Muy al contrario, es un área repleta de fracasos y frustración que se ha ido configurando sobre el recono¬cimiento progresivo de sus propias limitaciones. Las llamadas al cuestiona¬miento y la renovación del cambio son fruto de intentos por aproximarse más adecuadamente a la naturaleza de los procesos de innovación. Estas alusiones a la propiarenovación del cambio también nos hablan de las luchas entre pers¬pectivas para poner en circulación formas alternativas de entender el cambio educativo, frente al predominio de la visión tecnológica, que dio origen a este campo de estudio y que, a pesar de los embates y de los fracasos reconocidos por sus propios partidarios, sigue siendo dominante. Este capítulo intenta retratar lascircunstancias que produjeron la constitución del cambio educativo como área de estudio y que han dirigido su trayectoria, así como las estrechas relacio¬nes que mantiene el cambio educativo con el cambio social. Para finalizar, se aborda la redefinición del cambio educativo, que se corresponde con los últimos hitos de su trayectoria.
Ya se anticipaba al final del capítulo primero que las transformacionessocioculturales, políticas y económicas, brevemente descritas en él, duplican las tensiones que recibe el cambio educativo. Las alteraciones en la epistemología y la cultura están provocando la transformación en el modo de concebirlo; y, a la par, las transformaciones sociales y económicas fuerzan el cambio de las escuelas. Hay una demanda bastante explícita tanto de nuevas formas de aná¬lisis comode prácticas sociales innovadoras en filosofía, artes, ciencias natura¬les, ciencias sociales y educación (Kemmis, 1995). El cambio social, primo her¬mano del cambio educativo está también en el ojo del huracán y sus planteamientos se tambalean justamente en un momento en el que el saber sobre el cambio social debería tener mucho que ofrecer. De ahí que se declare:

Irónicamente en un contextodonde la comprensión del presente requiere más que nunca una comprensión de los procesos de cambio, el modo en que el cambio ha tendido ha ser conceptualizado y analizado está cada vez más sujeto a cuestiona-miento. (Smart, 1992: 6)

La construcción de una teoría del cambio social ha sido un objeto largamente perseguido. A las dificultades inherentes a la trascendencia de esta em¬presa, ahorahay que añadir las tensiones que la controversia entre modernidad y postmodernidad vierte en la comprensión sociológica del cambio. Las teorías sobre el cambio social se han articulado en un contexto histórico y cultural par¬ticular, Europa Occidental, y en el curso de los siglos XVIII y XIX, de manera que han sido obra de la modernidad y, puesto que ésta es un asunto a debate, el cambio social seencuentra con dificultades (Smart, 1992). Este cuestiona¬miento ha provocado la revisión de los trabajos de los principales pensadores del siglo XIX, y se ha hecho necesario reexaminar un amplio rango de teorías de cambio social. Y esto justamente se produce en una situación social de trans¬formaciones generalizadas.
Si esto ocurre con el cambio social, ¿cuál es el estado del cambio educati¬vo?Como se verá a continuación, la gestión del cambio está bajo mínimos, al menos desde el punto de vista de la reflexión intelectual, y son notorias las lla¬madas cada vez más explícitas a su renovación. En el terreno de la acción, el ímpetu reformador no ha decaído y nuevas modalidades de cambio se disemi¬nan con éxito, sin que seamos capaces de dilucidar adecuadamente sus conse¬cuencias, ni...