matematicas
Cunningham Communications
A las diez de la mañana de un soleado lunes de octubre de 1989, Andrea Cunningham regresó de sus primeras
vacaciones, luego de cuatro años al frente de su propia agencia de relaciones públicas en Santa Clara, California. La "Cunningham Communications Inc." (CCI), contaba ya con 24 empleados y ésta era la primera vez que
Andrea dejaba a alguien al frentedel negocio. Se había ausentado por tres semanas y se había dado cuenta
de que las necesitaba con urgencia. Por supuesto que había llamado todos los días a la empresa, a pedido de
su gerente encargado, a quién tenía ahora frente a frente en su oficina, pero su ausencia no sólo sirvió para
que recargara su energía sino para que redibujara la perspectiva que tenía de su empresa.
Era innegableque CCI no lo estaba haciendo del todo mal. Se había convertido en una agencia importante del Valle del Silicio, con clientes como
Motorola, Hewlett Packard y gigantes del software como Borland International y Aldus Corporation. La facturación había alcanzado los 3 millones,
ciertamente por encima de la categoría de boutique en la que permanecen la mayoría de las agencias de relaciones públicas(RP).
Pero Andrea no estaba tranquila. La mayoría de sus clientes todavía
acudían a ella, personalmente, para solicitarle el consejo y la asesoría
que habían contratado de CCI, y sus recursos de tiempo y de ideas empezaban a agotarse. Reconocía que había fallado gravemente por no
saber delegar, por no cultivar el talento y por no haber logrado obtener
una organización que desarrollara y cuidarasu activo más importante --la
gente-- como ella lo había querido al principio. Las dos personas que
Andrea Cunningham
Actualmente Presidente
había contratado para co-dirigir la compañía prácticamente se "odiaban"
de CXO Communication
y vivían en constante pugna, a pesar de los esfuerzos pacificadores de
www.cxocommunication.com
Andrea. Por otra parte, las personas que había promovido agerentes de
cuenta no habían logrado convencer a los clientes --y a los demás empleados-- de que había muchas cosas que se podían hacer sin que interviniera directamente la misma Andrea.
El año de 1989 entraba en su trimestre final y, por primera vez, CCI iba a mostrar cifras negativas en un periodo. Andrea Cunningham pensaba en la posibilidad de renunciar. Tal vez un extraño debería hacersecargo,
pensaba. Tal vez se necesitaba la presencia de un nuevo director que supiera cómo equilibrar la estrategia
competitiva de su fundadora --que se basaba en un concepto "redefinido" de RP-- y hacer crecer a la compañía
de una forma que no dependiera enteramente del trabajo de Andrea. Fue entonces cuando ocurrió su regreso
de vacaciones, aquel lunes.
Había dejado a su gerente encargado unalista de cosas para hacer, pero éste no sólo no había realizado ninguna, sino que no le preocupaba decírselo. Durante la ausencia de Andrea de CCI, descubrió que él había fomentado una especie de insurrección --llegando incluso a tomar el cuadro enmarcado de la visión y la misión
de la empresa, que había elaborado Andrea, para arrojarlo al piso en una reunión de gerentes. "¡Vamos a empezar estenegocio de nuevo!", les había dicho a los asistentes. "Ahora yo estoy a cargo".
ANEXO – Casos de Discusión
Andrea escuchó en silencio como él recorrió la lista de tareas sin realizar y, como ella misma lo cuenta, de
repente una chispa se iluminó. "Ahora hablemos de ti", le dijo. Y sintió que él la miró extrañado. "Quiero que
abandones la compañía. ¡Y quiero que lo hagas inmediatamente!".
"Esefue el momento en el que me dije a mí misma: 'OK, aquí estoy de nuevo al mando' Simplemente tenía que
resolver como iba a dirigir mi compañía ahora mismo o me vería en graves dificultades". Ya era hora, decidió
ella, de confiar en sus instintos acerca de lo que debería ser su compañía y de lo que debería hacer para atraer, conservar y cultivar la clase de empleados que permitirían el...
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