materialismo historico
La Batalla
Amaneció radiante el día 23 de junio de 1914.
En la víspera, el general Ángeles hizo un movimiento que dejó perplejo al enemigo: retiró las piezas de artillería de sus posiciones originales y las emplazó en sitios imperceptibles y muy cerca de las líneas defensivas de los federales. Los últimos tres días convenció a los huertistas que ya tenía definidas sus posiciones.
El disparode un cañón a las diez de la mañana en punto anunció el inició de la batalla. Los villistas avanzaron por los cuatro puntos cardinales intentando arrebatar a los federales sus posiciones en la Bufa, el Grillo, la Sierpe, Loreto y el cerro de La Tierra Negra. Cuarenta cañones –28 por el norte y 12 por el sur- entraron en acción al mismo tiempo para apoyar el despliegue de la infantería queascendía presurosa por los cerros que rodeaban la ciudad.
La artillería de Ángeles inició el fuego sobre los bastiones federales ubicados en los cerros. Bajo una fuerte lluvia, Villa lanzó ataques de caballería y de infantería en contra de las defensas que protegían la ciudad. Contra el pesado fuego de las ametralladoras y contra la artillería bien alineada, la División fue ganando terrenoinexorablemente. Las pérdidas de Villa fueron cuantiosas, pero la artillería de Ángeles atrajo el fuego deliberadamente hacia sí misma para que las fuerzas atacantes pudieran avanzar. Ángeles escribirá: “…la artillería intimida; cuando el cañón truena, el enemigo se esconde y nuestra artillería avanza, y cuando el enemigo se atreve a asomar la cabeza, ya tiene a la infantería nuestra encima, y abandonaapresurado la posición."
Tropas villistas irrumpieron en la ciudad desde la Estación del ferrocarril, pero fueron repelidos por el general Benjamín Argumedo y sus "colorados". Sin embargo, ante el empuje de los villistas, Argumedo tuvo que retirarse de la contienda, huyendo con sus tropas hacia la hacienda de Trancoso.
Los veintidós mil hombres de la División del Norte se movían en completa armonía bajola dirección de Ángeles. El general había logrado la perfecta conjunción entre las brigadas del ejército villista. “La artillería obrando en masa –escribió Ángeles- y con el casi exclusivo objeto de batir y neutralizar las tropas de la posición que deseaba conquistar la infantería y ésta marchando resueltamente sobre la posición en donde la neutralización se realizaba. ¡Qué satisfacción la dehaber conseguido esta liga de las armas!”
Ángeles estaba enardecido; parecía encontrarse en una dimensión diferente al resto de los hombres, en un sitio privilegiado, exclusivo para el guerrero. Las granadas estallaban encima de su punto de observación o lo rebasaban por completo. Con sus binoculares alcanzaba a divisar al abanderado que corría al frente de su brigada avanzando sin parar. Entoncescalibraba nuevamente los cañones y alargaba el tiro para apoyar el asalto final de la infantería sobre alguna posición.
En medio del fuego de la fusilería, Ángeles tomó su caballo para cerciorarse del estado que guardaban otros puntos de la batalla. En camino a Loreto encontró a Villa. Ambos generales con sus estados mayores, cabalgaron juntos mientras escuchaban “alegremente” los disparos de laartillería villista. Los cañones federales intentaban pegarle al numeroso grupo; sus tiros, sin embargo, quedaban cortos.
Una granada explotó a escasos tres metros de donde se hallaban Ángeles y Villa observando el combate. El humo cubrió por algunos instantes a los dos jefes y a sus hombres. Cuando el humo desapareció había varios cadáveres mutilados. Para mala fortuna no había sido disparado...
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