Matrimonio
“En esta sociedad acostumbrada a deshacerse de lo que no nos sirve suele adoptarse una actitud similar con las relaciones de pareja.”—SANDRA DAVIS, ESPECIALISTA EN DERECHO DE FAMILIA
La gente impaciente que busca resultados rápidos y gratificación instantánea no piensa siquiera en las consecuencias del divorcio. Atraídos por seductoras promesas de libertad eindependencia, creen que el divorcio les abrirá la puerta a la felicidad.
Otras personas, al surgir graves dificultades en su relación, recurren a terapeutas y consejeros matrimoniales, así como a sus libros. Por desgracia, algunos de estos “expertos” han contribuido más a romper las parejas que a salvarlas. Según el libro The Case for Marriage (Defensa del matrimonio), “es posible que nunca antes sehaya sometido al matrimonio como ideal a ataques tan continuos y, sorprendentemente, tan eficaces. A veces se trata de ataques ideológicos directos por parte de ‘especialistas’ para quienes el voto de mantener fidelidad de por vida es poco realista e incluso opresivo”.
Cambio de mentalidad
Igualmente ha cambiado la forma de entender la naturaleza y el propósito del matrimonio. Quizás hayanotado que ya no se valoran la lealtad y la comprensión, sino que cada cónyuge se centra en su realización personal, aunque esta se obtenga a costa del otro. Según la revista Journal of Marriage and Family, la transición a esta visión egocéntrica “comenzó en los años sesenta y se aceleró en los setenta”. Las razones tradicionales para casarse —el amor, la intimidad, la fidelidad, la procreación y larealización mutua— han perdido fuerza.
Otra serie de acontecimientos recientes han acelerado todavía más la transformación del matrimonio en muchos lugares. Primero, el antiguo reparto de tareas —él ganaba el pan y ella cuidaba la casa— ha variado en numerosos países. Con la incorporación de la mujer al mercado laboral, se ha disparado el número de parejas en las que ambos trabajan fuera del hogar.Segundo, la sociedad es cada vez más tolerante con la maternidad o la paternidad fuera del matrimonio, lo que ha propiciado el aumento de las familias monoparentales. Tercero, se está generalizando la opción de la convivencia (véase el recuadro “Menos estables que los matrimonios”). Y cuarto, las uniones homosexuales y el movimiento para legalizarlas han logrado amplia aceptación. Ahora bien,¿qué puede decirse de usted? ¿Han repercutido estas tendencias modernas en su visión del matrimonio?
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“Menos estables que los matrimonios”
Muchas parejas heterosexuales viven juntas sin casarse. Sin embargo, estas uniones son “menos estables que los matrimonios”, según cierto informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Algunas de estasparejas recurren a la convivencia para asegurarse de que son compatibles. Ahora bien, ¿les impide esto equivocarse al elegir, y facilita que tengan un matrimonio feliz? De acuerdo con la revista Journal of Marriage and Family, los estudios parecen indicar lo contrario. “Entre las personas casadas, la convivencia premarital va unida a una menor satisfacción conyugal [...], una mayor incidencia deproblemas en el hogar, y [...] una mayor probabilidad de fracaso matrimonial”, señala la revista.
No se puede negar que lograr un matrimonio feliz y duradero no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Son muchas las parejas que llevan cincuenta, sesenta o más años felizmente casadas. ¿Cómo lo consiguen? Se esfuerzan de manera continua y desinteresada por “ganar la aprobación” de su cónyuge...
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